𝙅𝙪𝙨𝙩 𝙛𝙤𝙧 𝙖 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩 | 𝘌𝘭 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘢

Epílogo

¿Cómo empezar el final?

El cerebro humano tenía tanta capacidad e imaginación que puede crear cosas, situaciones y hasta personas irreales.

[...]

– 2 años antes... –

Los Ángeles, 2021

Sam estaba sentada en la cama donde yo estaba, sus manos entrelazadas con las mías como si no quisiera soltarme nunca.

Habían pasado unos quince minutos entre chequeos médicos para saber su estaba bien.

—¿Qué ha pasado, Sam?, no entiendo nada — hablé con confusión.

Yo solo quiero ver a mi pequeña hija...

—Han pasado tres meses desde tu accidente de avión

—Fue mucho tiempo — murmure.

—Pero pudo haber sido más, es un milagro que te hayas levantado — contesto con una sonrisa.

—¿Cómo te fue en España?, ¿Ganaste? — pregunte emocionada.

—¿A qué te refieres, Violeta?, ¿España?, ¿Ganar qué? — interrogo con confusión.

—No te hagas — de verdad se veía confundida — La Velada, peleaste tu...

Se quedó callada, ambas estábamos confundidas.

—Yo no he participado en La Velada — negó mi hermana — ¿Segura que estas bien, Vivi?

Me sentía como si estuviera loca, no entendía nada.

—¿Estamos en México? — pregunté al ver los grandes edificios.

—No, estamos en Los Ángeles — contestó.

—¿Por qué viajar tan lejos? — cuestione — ¿México no estaba más cerca?

—Vivi, tu accidente fue en Los Ángeles — me corrigió.

Ahora yo era la confundida.

¿Los Ángeles?

—Me accidenté en México — aclaré — Estaba viajando a España y...

—No, Violeta — me interrumpió la rubia — Te accidentales en Los Ángeles, ibas a viajar a México por él problema que hubo en las redes, ¿No lo recuerdas?

—No entiendo.

—Las fotos que salieron de ti y Quackity, ibas a viajar a México para ver a Osvaldo — ¿Qué? — El avión en el que ibas se accidentó, estabas muy grave, te salvaron, pero quedaste en coma por tres meses, ¿Qué es lo último que recuerdas?

Recordaba todo, pero ¿Acaso nadie más lo hacía?

—Iba a España, por La Velada, iba a verte pelear y... — mi garganta se apretó, sentía que el aire me faltaba.

—Iré por un doctor — habló antes de salir corriendo.

¿Me estaba volviendo loca?

Le estaba contando todo al doctor, le explique todo lo que había vivido y como me sentía, él estaba hablando conmigo cuando se escucharon murmullos fuertes desde afuera de la habitación.

—¡No pueden pasar jóvenes! — habló una de las enfermeras antes de que la puerta se abriera.

Mi cuñado, Alex y Osvaldo estaban aquí...

Mi mejor amigo fue el primero en abrazarme.

—Lo lamento, Vio — murmuró con un hilo de voz — Debí de detenerte para que no viajaras ese día.