Capítulo 11: Destrozada.

3.4K 325 21
                                    

POV de Alex

Sólo un poco más profundo. No lo suficiente como para matar, pero no lo suficiente como para detener por completo el dolor. La corriente roja fluía por mi brazo y goteaba al suelo. Cada gota carmesí se llevaba un poco del dolor con ella. Sólo un poco más profundo, no me hará daño. Sólo un poco más hasta que pueda olvidar por un rato. Otro, y otro, y otro hasta que pueda sentirme completamente entumecida. Pero no se detendrá. El adormecimiento no viene como antes. Así que corté más. Arriba y abajo de mis brazos, mis piernas, mi estómago. ¡No se detiene! ¿¡Por qué no se detiene!? ¡Nada puede hacer que se detenga! La sangre es todo lo que me rodea. En el suelo, en mi cuerpo, en mi ropa, pero aún no se detiene. Mis respiraciones eran lentas, mi visión borrosa, mi cuerpo débil. Sólo quiero... Sólo quiero... Oscuridad. Arrastro la hoja sobre mi cuerpo otra vez, y otra vez, y otra vez. En cualquier lugar que no haya tocado ya el frío metal. Ahí está. Caí del espaldas contra el suelo, sonreí un poco. La oscuridad por fin ha llegado. Llevándome lejos.

Una Semana Después

-Alex... Déjame entrar. Por favor. Abre la pared. Alex... Han pasado tres semanas desde que sucedió... No has hablado con nadie. Faltas a clases. Sé que no estás comiendo - Severus hizo una pausa y respiró. Me senté en mi sofá con las rodillas contra mi pecho, mirando a la pared sin comprender - Sé que estás despierta - Eché un vistazo al reloj y vi que eran las una de la madrugada. Es curioso, podría haber jurado que levanté la vista hace unos minutos y era hora de la cena - Alex habla conmigo ¡Al menos  hazme saber que estás viva maldita sea! - Oí un ruido sordo, supuse que había pateado o golpeado la pared. Él hacía eso de vez en cuando - ¿Por qué no me dejas entrar? - Escuché como se deslizaba por la pared. Odiaba la forma en que sonaba. Roto. Incluso más de lo habitual. Me destrozaría si es que quedaba algo en mi por destrozar, pero esa parte de mí murió con Marissa. Marissa... -El último partido de Quidditch fue hoy. Todos estaban decepcionados cuando no te vieron allí. El equipo de Slytherin ha sufrido realmente sin ti. Perdieron contra Hufflepuff. Everett nunca posó los ojos sobre la snitch. Ese es el tercer juego que se ha perdido - Le oí suspirar. Lenta y suavemente me acerqué a la pared y me deslicé por ella. Podía oír su respiración al otro lado. Incliné mi cabeza contra la pared, cerrando los ojos - He hablado con tu abuelo innumerables veces. Se niega a abrir la pared y yo no puedo hacerlo porque has cambiado la contraseña. Él dice que necesitas tiempo. Lo entiendo, pero me preocupa. También a Lupin. Él me ha estado enviando lechuzas. Incluso ha venido al castillo. Él me pregunta cómo has estado. Quisiera saberlo. Realmente quisiera. Tu abuelo está preocupado también. Todos lo estamos. Alex, yo sé que ella era tu mejor amiga. Yo sé lo que es perder a tu mejor amiga. Alguien que amas. No voy a decir que sé cómo te sientes. Porque no lo sé. Es posible que hayamos pasado por circunstancias similares, pero somos dos personas diferentes. No sé cómo te sientes o cómo estás lidiando esto, o si incluso lo haces. Desearía que me dejaras estar allí para ti. Eso es todo lo que quiero. ¿De qué tienes miedo? ¿Tienes miedo a que te vea rota? He estado allí también. No me importa cuan rota estés. Sigues siendo Alex. Aún eres la mujer de la que me enamoré... - Sentí que tenía que decir esto, así que lo interrumpí.

-No, no, no lo soy. Tú te enamoraste de alguien que todavía podía mirarse en el espejo. Te enamoraste de alguien que todavía tenía un poco de esperanza en la vida. No te enamoraste de mí Severus. Te enamoraste de quién solía ser - Con eso me puse de pie y comencé a caminar a mi habitación. Se quedó callado por un momento, escuchando, lo oí moverse rápidamente.

-¡Alex espera! ¡Estás equivocada! - Él se detuvo cuando cerré la puerta de mi dormitorio. Supongo que la oyó. Me apoyé contra la puerta y respiré hondo cerrando los ojos. Después de unos minutos los abrí de nuevo y miré alrededor de la habitación. Mis ojos se posaron en mi guitarra. Estaba apoyada contra la pared con una fina capa de polvo encima. Poco a poco me acerqué y la cogí y arrastré los dedos sobre las cuerdas. La miré por un momento más pensando en qué canción quería tocar. No estaba de humor para cantar, simplemente tocar. Una melodía suave. Eso sonaba bien. Giré la guitarra en mis manos, cometiendo un error. Las lágrimas se formaron en mis ojos mientras miraba los patrones y las letras de las canciones que Marissa y yo habíamos dibujado en la parte posterior de la misma. Cada una de ellas tenía un significado especial para nosotras. Mi respiración se volvió lenta mientras la ira y el dolor palpitaba a través de mí. Las lágrimas corrían por mis mejillas. Sostuve la guitarra por el cuello de esta y la estrellé contra la pared. Vi como la madera se destrozaba y las cuerdas se rompían. La estrellé contra la pared una y otra vez hasta que no quedó nada.

-¡Marissa lo siento! ¡Lo siento M! - Caí al suelo gritando y llorando por mi mejor amiga. Alguien que nunca tuve la oportunidad de tener una vida por mi culpa - ¡Por mi culpa! ¡¡Joder!! - Mis lágrimas caían más rápido y no podía respirar - Lo siento mucho M...

____________

Y pues... aquí vemos la perspectiva de una muy destrozada Alex y un muy destrozado Severus, pero por ella.

Ojalá las cosas mejoren, no me gusta verlos así :c

¡Buenas tardes y gracias por leer! ¡No se olviden de votar y comentar!

Always Doesn't Mean Forever: Book 2 (Severus Snape)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora