15. Te mereces ser el más feliz.

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Y aquí estaba yo, sola en mi habitación tratando de ignorar todos los comentarios llenos de hate que me estaban llegando.

Cosas como; Eres una simplona, no eres nada especial, no puedo creer que Kevin se haya fijado en ti, no van a durar.

Bueno, ese último tenía un poco de razón.

Desde ayer que el video que subió Lily se había hecho viral, no dejaban de llegarme mensajes de las fans de Kevin.

No la culpaba a ella, sabía que lo había hecho con la mejor intención.

Mi celular sonó.

-Hola.

Dijo un chico español de cabello castaño y sonrisa hermosa, del otro lado de la pantalla.

Ya se imaginarán quien era.

-Hola, Pablito, ¿Cómo estás?

Pregunté sonriente.

Hablar con Gavi era lo único que me distraía estos días, era bastante lindo y amable conmigo.

-Bien, adivina donde estoy.

-¿Entrenando?

-Casi.

Dijo riendo.

En ese momento, el chico volteó la pantalla de su celular y me mostró el patio de una casa.

Era la mía.

-¡Oh por Dios! ¿Estás aquí?

Grité levantándome de la cama de un brinco.

-Ábreme, que siento que llevo una eternidad aquí.

Corrí hacia la puerta y la abrí, allí estaba él.

Estaba tan lindo como siempre, estaba usando unos jeans de mezclilla y una playera básica color blanca Nike.

Traía una maleta y una mochila en la espalda, corrí a abrazarlo y él me correspondió.

-No lo puedo creer, ¿qué haces aquí?

-Bueno, cierta chica me dijo que tenía unos problemas aquí, así que decidí tomar un avión para acá, joder que calor hace.

Dijo viendo al cielo y yo reí.

-Pasa.

Dije y él asintió.

Lily bajó y al verlo lo abrazó también, resulta que ella le había dado nuestra dirección, pensó que me haría bien tenerlo aquí en estos momentos y vaya que acertó.

-Qué lindas están.

Nosotras sonreímos.

Gavi era maravilloso, era verdaderamente un sol, siempre sabía que decir y cuando decirlo, nos hacía halagos todo el tiempo y era el chico más educado.

En fin, primer mundo.

Él saludó a mi madre que estaba en la casa, no me costó mucho que me dieran permiso de que se quedara aquí, obviamente Lily y yo tendríamos que compartir habitación unos días para que él durmiera en la mía.

Cuando subimos, entró a mi habitación y se sentó en la cama, yo cerré la puerta detrás de mí.

-Tu familia es muy maja.

Dijo y yo reí.

-Gracias, supongo.

-¿Cómo te sientes?

Preguntó mirándome a los ojos y yo solo me encogí de hombros.

Cuando le iba a contestar noté como se formaba un nudo en la garganta y los ojos comenzaban a picarme.

Golden Boy. ||Kevin Álvarez||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora