26. Más despierta que nunca.

1.4K 71 5
                                    

—Tengo que irme.

Dije riendo mientras Caro sujetaba mi pierna derecha.

Estábamos en el aeropuerto, tenía que tomar el vuelo de regreso ya que no me habían autorizado faltar al entrenamiento de mañana.

Eran las 4 am, no había dormido nada ya que el after se había alargado, estaba completamente agotado y todavía tenía que llegar a entrenar.

Pero verla, poder estar con ella y poder decir que era mi novia de nuevo, había valido completamente la pena.

—No te vayas.

Dijo mirándome desde el suelo mientras hacía un puchero.

—Te prometo que trataré de venir a verte el fin de semana.

Había hecho un plan, viajar el sábado después del entrenamiento para poder quedarme un día completo con ella.

Sé que no era mucho, pero de verdad quería intentarlo esta vez, no iba a poner más excusas.

Ni siquiera sabía si se podía considerar una relación a distancia, el vuelo era realmente corto.

—¿Lo prometes?

Dijo alzando el dedo meñique cual niña pequeña, yo reí tomándolo con el mío.

—Lo prometo, hermosa.

No tardaron mucho en anunciar mi vuelo, después de ocho mil abrazos más, por fin pude liberarme de los brazos de mi novia.

No es que quisiera hacerlo, pero de verdad no quería ser amonestado.

Cuando abordé el avión, caí en un profundo sueño.

¿Cuánto le pagan a las chicas que hacen los anuncios dentro del avión?

En ese momento estaba pensando seriamente en pagarle el triple pero para que se callara.

Con toda la pereza del mundo bajé del avión, me dirigí hacia la salida, había dejado mi auto y de verdad le rogaba a Dios que siguiera aquí.

Cuando desactivé la alarma, recibí una llamada de Isra.

—Pero si es el mismísimo seleccionado, ¿a qué debo el honor? ¿Te caíste de la cama?

Dije y él rió.

—Estaba desayunando algo, me acordé de ti y quise llamarte, ¿qué tal el viaje?

—Te contaré algo, pero no puedes decirle a los demás aún, quiero hacerlo yo.

—Bien.

Dijo él.

—Caro me pidió que nos diéramos otra oportunidad, somos novios de nuevo.

—¡Oh por Dios! Kevin, esa es una noticia asombrosa.

—Lo sé, te juro que estoy muy feliz.

—Ya te hacía falta, de verdad a veces me contagiabas la tristeza con solo estar cerca de ti.

—Muy gracioso.

Subí al auto y comencé a conducir, hablamos un rato más sobre su partido de ayer contra Costa Rica.

—Debo admitir que estaba bastante nervioso, jugué solo unos minutos pero de verdad nada me puede quitar la alegría de haber logrado pasar a semi finales.

—Son increíbles, van por buen camino.

—Estoy muy a gusto aquí, pero de verdad extraño mi país.

—Puedo imaginarlo. ¿Cómo sigues con el tema de Nailea?

—Algo confundió, si te soy sincero. Hace unos días me habló por teléfono para decirme que volvería a jugar para Pachuca.

Golden Boy. ||Kevin Álvarez||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora