¿𝐼 𝑘𝑛𝑜𝑤 𝑦𝑜𝑢？

~Página 27 ~ Cap 3~

Javon: ¡Amelia!

Amelia: ¿Que pasa Javon? ¿Han encontrado a mi sobrina?
Dije yo con la voz calmada aun que por dentro estuviera muerta de la intriga.

Javon: Han encontrado su diadema, bueno han encontrado una diadema, ven. Jaden y yo fuimos detrás de él mientras que los policías de al rededor me miraban con impaciencia al ver que no respondía.

Sicily: ¿Es de Emma? Venga Ame todo estará bien, pero tienes que responder. Posó su brazo al rededor de mis hombros en seña de apoyo.

Amelia: Si, es la que llevaba puesta la última vez que la vi, pero mejor pregúntenlen a Carmen, tú lo sabes mejor que nadie.

Policía: Sigan buscando, por favor señora, si eres tan amable acompáñeme. Quería llorar pero me aguante por que llevaba demasiado tiempo intentando solucionar mis problemas con lágrimas y desesperos, por lo tanto di media vuelta y seguí buscando.

Javon: Esta bien Jaden, yo me quedo con ella.

Jaden: No tranquilo, no me importa, pero gracias igualmente. Me puso la mano en la espalda arropándome en un caluroso abrazo que agradecí mucho y seguimos buscando.

Al cabo de un rato, de unos minutos, unos segundos y unas milésimas ya eran las cinco de la mañana y no tuvimos ninguna repuesta. Quería seguir pero sabía que la policía estaría ahí y decidí dar media vuelta o si no mis piernas cederían.

Sicily: Yo me encargo Jaden.

Jaden: Hasta mañana Ki, te prometo que la encontraremos y todo saldrá genial.

Dijo eso mientras me miraba y hablaba con voz Serena, en cambio mi corazón se hablando por un instante en aquellos malos momentos y mi cuerpo se inclinó hacia delante para acabar abrazados como dos tontos enzarzados.

Mi hermana y yo nos fuimos a la cama, me costaba relajarme pero conseguí hacerlo por un pequeño instante.

Sicily: La vamos a encontrar y todo esto habrá acabado como un pequeño susto, te lo prometo

Amelia: Júralo. Dije yo al borde del desespero.

Sicily: Te lo juro peque, y jurar en vano esta prohibido en nuestra familia. Sinceramente no se por que pero aquellas palabras me regalaron un poco de paz.

Poco a poco me fui quedando dormida dejando que mis ojos y músculos que relajaran lentamente, esperando que todo esto simplemente haya sido una broma de mal gusto.