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AJENA a lo que estaba pasando a mi alrededor, tenía mi vista en mi celular y estaba un poco concentrada revisando mis redes sociales hasta que unas voces llamaron mi atención y dirigí mi mirada hacia aquellas personas.
Eran Brayan y Juank. Observando un poco la situación, Brayan había empujado a Juank pero antes de que este le correspondiera lo separaron ya que venía la profesora Johana. Mi mirada estaba fija en Brayan en cada paso que daba para llegar a su pupitre y antes de sentarse su mirada se dirigió hacia mi dirección, en cuanto vio que lo estaba mirando desde antes, desvío su mirada.
Johana entró al salón haciendo que todos tomaran asiento. A lo cuál obedecieron.
- Señores - comenzó a hablar la profesora - necesito que me digan quien es el responsable de este vídeo - después de decirnos esto, en su celular se reprodujo el vídeo de Rubí. Noté como todos se miraron entre sí.
Juank le susurró algo a Rubí y a Fabián. En ese momento la voz de Fabián se logró escuchar un poco más.
- ¿Quien más?, la Anabell - mire a mi alrededor, al parecer solo yo había escuchado.
- Esto que tengo acá - la voz de Johana hizo que mi mirada volviera hacia ella - y que seguramente está en todos sus celulares y que se está regando en todas las redes sociales - hace una pausa - esto lo hizo alguien y yo quiero saber quién es - mi mirada se dirigió a Brayan, el cuál estaba muy atento a lo que decía Johana - porque se le va a ir muy ondo, señores - Brayan dirigió su mirada a Cristian, este tenía su expresión nerviosa - yo estoy hablando muy enserio, esto es muy serio. Esto es matoneo
Un suspiro salió de mi boca.
- Rubí, ¿Usted sabe quién fue? - pregunta Johana en dirigiéndose a mi compañera.
Claro que lo sabe. Pensé
- No señora - otro suspiro salió de mi boca.
Johana bajo un poco más la voz y no pude escuchar muy bien, hasta que volvió a dirigirse a nosotros.
- ¿Alguien? - preguntó, todo el salón quedó en silencio.
Sentí una mirada encima, así que dirigí la mía hacia ese lugar. Brayan. Brayan me estaba mirando con sus ojos entre cerrados. Yo solo rodé mis ojos.
Al parecer un puchero automático se formó en los labios de Brayan y no pude evitar mirar hacia allí. Sus labios. Por instinto mordí mi labio inferior. Mierda, porque me tiene que gustar un idiota.
