7-Lengua afilada

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Dos semanas.

Habían pasado dos semanas desde
lo que había sucedido luego de que
Jungkook despertó de aquel desmayo
al descubrir que, prácticamente,
fue quien causó la muerte de su
primo.

Para empezar; estuvo en
observación por un día, debido
a la falta de alimentación y mal
aspecto. Durmió profundamente
y  comió bien antes de volver a
casa. Luego, la noticia del funeral
de Taehyung llegó a sus oídos, y con
tan sólo oirlo cayó desmayado...de
nuevo.

¿Se había vuelto un trauma? No lo
sabía con exactitud, pero supuso
que sí debido a las imágenes
que rondaban por su mente
en el momento en que alguien
nombraba a su familiar fallecido,
y la manera en la que murió.
Recordaba la palabra Castrati y
estallaba en ataques de ansiedad,
en puro e insoportable pánico. Tan
puro que creía que podría morir en
aquel mismo momento.

Finalmente, fue cuando recordó
que, segundos antes de caer
desmayado en el hospital, el
Diablo no lo había sostenido: no
había sentido la protección de sus
brazos, no había sentido nada, e
internamente estaba agradecido
porque, en aquel momento, fue la
primera vez que le tuvo miedo de
la misma forma en la que todos lo
hacían.

Miedo a que le hiciese algo, incluso
sabiendo que, poco a poco, estaba
llevándose su alma.

SeoJoon había vuelto a la casa. Luego
de un par de días, le comentaron
sobre la muerte de su sobrino, y
se encerró en su cuarto por más
de tres días. Siempre estaba en la
sala, pero cuando Jungkook llegaba a
ésta, se iba a otra parte, incluso si
era otra habitación. Ni siquiera lo
miraba, rezaba constantemente -
incluso más que antes-y al chico
le dolía, debido a que esperaba
una disculpa por querer hacer
que quemase su propia piel, por
pegarle a su madre, tratar mal a su
hermana, etc.

Pero, claramente, aquello no
sucedería.

Pero lo que más le dolía a Jungkook de
toda aquella situación no eran los
desmayos, el vivir constantemente
con ansiedad, el cargar con la culpa
de la muerte de una persona, de
dañar a su propio padre, y mucho
menos el saber que se iba a ir
al infierno de manera segura y
gratuita…

..el verdadero dolor fue que,
luego de despertar aquel día en
el hospital, Jimin se había ido.
Completamente. Ya no sentía
el pitido en su oído izquierdo,
no sentía el constante malestar,
ni tampoco su cuerpo continuó
deteriorándose. Incluso mejoró, ya
no lucía como un cadáver.

A pesar de que, al principio, tuvo
miedo de volver a ver a Jimin,
definitivamente no se comparaba
con el dolor de tenerlo lejos, de
no sentir cómo lo envolvía en sus
brazos en las noches o le acariciaba
el rostro por pura curiosidad. Era
terrible, y el nudo en su garganta
no disminuía, ni siquiera llorando
ruidosamente en los brazos de su
madre, la cual no comprendía la
tristeza de su hijo, creyendo que
todo estaba bien.

Finalmente, luego de dos semanas,
Jungkook volvió a la escuela. "¡El viaje
en el que Dios guía tu camino!"
Dijeron, pero Dios no guiaba nada
que tuviese el nombre "Jeon
Jungkook", y éste lo sabía.

Kim Seokjin continuaba
molesto por no haber ido, Jungkook
temía ir porque sabía que iría casi
todo el curso, y eso implicaba que
Hwang Hyunjin y Lee Félix
estuvieran allí. Aquellos jovenes
habían vuelto la vida escolar de
Seokjin y Jungkook un calvario, todo
por no lucir físicamente como el
estereotipo de "hombres". Seokjin
era un rebelde sin causa, incluso
siendo de la misma edad que Jungkook
pero, por obvias razones, en el
instituto no aparentaba aquello.
En cambio, el castaño no podía
aparentar su personalidad, aunque
lo deseaba.

dancing with the devil 𓍢 ִֶָ  jikook Onde histórias criam vida. Descubra agora