11- Amar al Diablo duele

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¿Tal vez Muerte extrajo sus pocas
ganas de seguir viviendo? ¿Será que
solía tener ganas de vivir antes de
que el dolor en su pecho surgiese,
y, ahora, tan solo sentía que jamás
había querido respirar?

Luego de haber salido de la iglesia,
su familia fingió no notar lo extraño
que lucía. Migyung preguntó un par
de veces si se encontraba bien,
debido a que su hijo parecía tener
serios problemas para caminar,
pero, ya que la reunión con su
familia lavó su cerebro -aunque lo
que creían era cierto: Jungkook tenía al
Diablo consigo- no quiso acercarse
demasiado. Iba a seguir todo
como lo planeó junto al sacerdote
William, sin arruinar las cosas...más
de lo que ya lo estaban.

Fue un poco obvio el cansancio
en su cuerpo, ya que apenas llegó
a su casa, bajó los escalones
que lo dirigían hacia su cuarto,
cerró la puerta detrás de sí y,
apenas su cuerpo estuvo sobre
su cama, se durmió. Ni siquiera
supo cuánto tiempo, o si alguien
intentó llamarlo. El malestar era
demasiado fuerte, y el dolor en su
pecho insoportable. Se preguntó,
internamente, y con honestidad, si
estaba muriendo. Rogó que fuese
así, para no volver a sentir jamás en
su vida aquel intolerable vacío.

Cuando amaneció al siguiente
día, ni siquiera supo cuánto
tiempo permaneció observando
el techo, respirando de manera
pesada mientras su madre se
adentraba a la habitación, y le
tomaba la temperatura corporal.
No tenía fiebre, ni tampoco nada
de temperatura, por lo cual se
consideraba físicamente bien, y
debía de asistir a clases.

-Pero no me siento muy bien-
Mencionó, mientras se sentaba con
lentitud en su cama, con la mirada
fija en los ojos de su madre-¿No
importa?

Migyung posicionó su mano sobre la
de su hijo, dedicándole una cálida
sonrisa-Todo es debido al trabajo
que el Padre William está haciendo
en ti. ¿Dios? Dios es misericordioso,
hijo. Lo que sea que haya pasado, lo
que sea que hayas hecho... -Negó
lentamente con la cabeza, aún
sonriendo. Jungkook la observó con
cansancio, como si quisiese morir
allí mismo-...él lo dejará pasar.

-Bueno, pero ¿Qué tiene que ver
eso con ir a clases?

La mano de su progenitora sostuvo
la suya con más fuerza, como si le
estuviese brindando algún tipo de
apoyo-Si permaneces encerrado
aquí, no mejorarás. Tienes que salir,
estar con tus amigos, que de seguro
te extrañan mucho, ¿no?

El joven rio sin ganas ante
aquel comentario, pero asintió
lentamente, dejando pasar aquello.

-Tienes razón. De seguro…

De seguro lo extrañaban, ¿verdad?
Su gran grupo de amigos…

…Seokjin.

[...]

El joven de mandíbula marcada
y ojos claros se cruzó de piernas,
sentado en un banco de las mesas
de la cafetería, observando con
duda a su amigo frente a sí, quien
lucía como un cadáver.

-Te ves un poco…

-sí-Jungkook, quien sostenía
un tenedor con comida,
permaneciendo así desde que
tomó el contenido del plato, sin
siquiera probar el primer bocado,
respondió desanimado, asintiendo
lentamente.

-Como...no sé-Seokjin ladeó su
cabeza, aproximándose al castaño,
tomándolo del rostro con una mano
y aplastando un poco las pálidas
mejillas de éste-Como muerto.

-Desearía.

-¡No digas eso! -Lo regañó,
observando a su alrededor,
notando que no había ningún
profesor o monja a su alrededor-.
¿Quieres que te lleven a hacer un
exorcismo, o qué?

dancing with the devil 𓍢 ִֶָ  jikook Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang