Capítulo 37

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2022: Aurora

Hoy no me siento muy bien. Han pasado cuatro días desde que me fui de casa de Joshi para no arruinar la carrera de Mav y creo que me esta afectando. Me despierto con un dolor de cabeza intenso. Una clase de dolor distinto al qué sentí cuando Tyler me golpeó. Siento como si estuvieran martillando mi cabeza por dentro y me dan algunas náuseas.

Eso solía pasarme antes. Cuando termine con Maverick antes y había perdido a mi padre hace muy poco tiempo. El médico me dijo que es la preocupación y la ansiedad. Esa vez me recetó unos ansiolíticos qué no quiero volver a tomar nunca más. No me hacían sentir muy bien. Lo más probable es que ahora me este pasando lo mismo.

Estoy preocupada por Mav. Las últimas veces que lo vi parecía muy triste. Casi como deprimido. Creo que no hay peor cosa que ver a la gente a la que quieres de esa forma. Con uno mismo puede soportarlo, pero no con los demás.

Decido que no voy a dejar que este dolor de cabeza me detenga y me levanto de la cama. Me digo a mi misma que si me quedo en cama sería como si el padre de Maverick volviera a ganar y ya estoy cansada de eso. Estoy cansada de qué ese hombre maneje la vida de su hijo y afecte la vida de los demás que lo rodean, como la de Joshi, Teagan y la mía.

Ayer Joshi me informó que se iba a ir a Estados Unidos con Maverick para resolver el asunto legal por el que está pasando ahora. Yo no tengo ningún problema con eso, incluso se lo agradecí. Pocos amigos habrían dejado todo por ayudar a los suyos y Joshi es uno de ellos. Le asegure qué su trabajo lo iba a estar esperando aquí cuando volviera, sin importar el tiempo que estuviera fuera.

Apenas me levanto de la cama lo único que quiero es volver a ella. Mi cabeza da vueltas y siento un cansancio enorme. Con eso recuerdo que hace un montón de tiempo no me hago exámenes médicos y que la última vez que los hice- hace dos años, antes de comenzar con el restaurante- tenía deficiencia de fierro y una posible anemia. Es probable que, como no me cuidé, ahora si tenga anemia y por eso me siento así.

Escribo una nota en mi celular para recordarme pedir una hora al médico. No puedo ser irresponsable con eso. Lo que menos necesito ahora es enfermarme.

A pesar de que me siento como la mierda, sin exagerar, me visto y salgo de mi nuevo departamento para ir al trabajo. Lo bueno es que es muy cerca y puedo ir caminando sin ningún problema.

Cuando llego, Teagan ya está allí, lo que es una sorpresa porque, aunque amo a mi amiga, sé que ella no es de las que suelen llegar a tiempo al trabajo.

-Wow, tienes una cara de mierda- es lo primero que me dice cuando me ve.

-Yo también te quiero, amiga- respondo llegando a su lado y sentándome en un taburete.

Teagan está ordenando algunas bebidas que llegaron ayer por parte de nuestros distribuidores y yo me la quedo mirando fijamente, solo porque me siento demasiado mal como para mirar a otros lados y verla trabajar me relaja, por muy extraño que suene.

El resto de mis empleados llegan paulatinamente hasta que ya están todos presentes. Cada uno de ellos me saludó con mucho cuidado y me preguntó si me sentía bien, así que me imagino la cara que debo tener en estos momentos. 

Cuando Teagan termina de ordenar su puesto de trabajo, se sienta a mi lado y toma mi mano. No es algo que ella haga normalmente, pero no tengo la suficiente energía como ver qué le sucede. 

Al final, después de unos minutos, se dirige a mí:

-Aura, te ves horrible- me dice con cariño, dejando las bromas de lado- ¿No crees que sería una buena idea ir a descansar?

Nuestra segunda oportunidadWhere stories live. Discover now