Inicio de la guerra.

85 17 1
                                    

***

—Estaba pensando en Hagakure, la única cambiaformas que puede volverse invisible.—Dijo Natsuo.

Su familia sabía muy bien quien era y pensaron que la propuesta del albino era buena.

—Es una gran idea, hijo. Deberíamos contactar con ella inmediatamente.—Dijo Rei.

—Sí, enseguida.—Antes de que a los Midoriya se les pueda ocurrir la misma idea.—Respondió Enji, que se apresuró a llamar a un criado para que le trajera lo necesario para escribir.

Entre todos redactaron la carta y luego se la pasaron a un mensajero para que pudiera hacérsela llegar a la cambiaformas.

—Si ella acepta, que lo hará; obtendremos una ventaja sobre nuestros enemigos y podremos salir victoriosos de la guerra.—Dijo el pelirrojo.

Todos sonrieron deseando que lo que Enji decía pudiera cumplirse.

"En cuando matemos a todos esos imbéciles, me llevaré a Katsuki conmigo y terminaremos lo que no pudimos acabar la última vez."—Pensó Touya recordando cuando estuvo a punto de tener bajo su cuerpo a aquel rubio cenizo que lo había cautivado.

***

En el castillo de los Midoriya, los reyes  estaban atónitos debido a la revelación que ambos jóvenes les acababan de hacer.

—Pero... ¿Cómo es posible?—Esto jamás había sucedido.—Dijo Hisashi.

—Lo sabemos pero lo hemos logrado y esto será positivo para nuestra familia porque ya no tendrán nada con qué atacarnos ahora que Kacchan se ha vuelto vampiro.

—Eso es cierto, esa vulnerabilidad ha desaparecido para convertirse en otra.—Ya que saben que amas a Katsuki y te atacarán por ese lado.—Dijo Inko.

—Lo sé, madre. Pero no importa, seremos fuertes; ¿cierto, Kacchan?

—Sí, yo no seré una debilidad. Me convertiré en una fortaleza para esta familia y lo demostraré en esta guerra.—Aseguró Bakugou.

—Ojalá que así sea.—Dijo el vampiro más mayor.—Ahora, idos a entrenar. No hay tiempo que perder.

—¡Sí!—Dijeron ambos a la vez.

Entonces se retiraron y fueron juntos a entrenar.

—No seas blando conmigo en el entrenamiento o te mato.—Le advirtió Katsuki.

El pecoso se rió y le respondió:

—Descuida, no te daré un trato preferencial en el campo de entrenamiento.—Pero fuera de él sí, porque me encanta consentirte.—Dijo Izuku dándole un beso en la mejilla.

—Hmp, eres un tonto.—Dijo Bakugou con tono juguetón correspondiéndole con otro beso.

Poco después, llegaron al campo de entrenamiento y los soldados se sorprendieron al ver a Katsuki allí.

El príncipe, notando la atención de todos; se apresuró a decir:

—Las circunstancias han cambiado, Kacchan es un vampiro ahora y se ejercitará con nosotros. Y quiero que todos sean amables y correctos con él, ¿entendido?

Se hizo silencio por unos instantes y, aunque había soldados que no estaban conformes con lo dicho por el de cabellos rizados; ninguno se atrevió a objetar nada..

—Bien. En ese caso, sigamos con el entrenamiento.

Dicho esto, todos se pusieron en marcha.

***

Pasaron los días y se declaró la guerra oficialmente, dictándose el punto de encuentro en el que se libraría la batalla entre ambas familias.

En cuanto se produjo el encuentro de los ejércitos enemigos, ya no hubo vuelta atrás.

—¡Ataquen!—Gritó Enji.

Hisashi se limitó a hacerle una señal a sus soldados y éstos no titubearon a la hora de pelear.

Una encarnizada batalla se inició entre las familias, tanto los príncipes como los reyes estaban involucrados y ayudaban a sus soldados, sin embargo; en un momento dado, Shōto y Touya fueron en busca de Katsuki e Izuku.

—Mira a quienes tenemos aquí, hermanito.—Al príncipe idiota y a su putilla.—Dijo el de cabellos azabaches apareciendo frente a ellos.

Los aludidos se voltearon y adoptaron una posición defensiva.

—¡Malditos bastardos!—Gritó Bakugou enfurecido al verlos.

Touya sonrió perversamente al mirar a Katsuki y le dijo:

—Tú y yo tenemos algo pendiente, ojalá podamos saldarlo hoy.

El rubio cenizo apretó los dientes y se preparó para atacar.

—Tranquilo, Kacchan.—No caigas en sus provocaciones, no les des ese gusto.

—¡Pero ellos me secuestraron! ¡Hasta quisieron violarme!

—Lo sé, por eso no quiero que actúes de forma impulsiva.

—Ya pero es que tengo asuntos pendientes con ese hijo de puta.—Dijo Katsuki mirando a Dabi.

—Entiendo.—Entonces tú te encargarás de Touya y yo de Shōto, ¿de acuerdo, Kacchan?

El mencionado asintió y se separaron para ir cada uno a por un hermano.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Contrato con un vampiro. (Dekukatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora