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Minho movió su pie derecho insistentemente mientras esperaba a su hermano en la cafetería de la ciudad.

—¿Ya viste al chico que está sentado junto a la ventana?— gracias a su agudo oído pudo escuchar el murmullo de unas chicas que estaban sentadas a unas cuantas mesas de la suya.

Es guapo...— ignoro las para nada disimuladas risas y miradas que había sobre él.

Saco su celular y reviso el chat que tenía con Lía.
Todos los días hallaban la forma de comunicarse para saber cómo estaba.
Le preocupaba el hecho de que Lía tenía problemas cada vez mayores con su familia respecto a el tema de su matrimonio.

El mismo no sabía que hacer.
Durante varios días evitó encontrarse con cualquier miembro de su familia, hasta que su hermano le pidió casi suplicándole que se vieran.

—Aqui estas— hablo cuando sintió su presencia y lo vio sentarse frente suyo.

Ya no le importaba que él fuera superior, porque prácticamente al que había considerado su ejemplo a seguir, fue quien quiso inducirlo a hacer algo que el no quería.

—Lee know tengo que hablar sobre algo importante contigo, olvidemos lo que ha pasado por un momento...

—Wow, ¿ya no soy Minho? ¿siquiera seguimos siendo hermanos?

—Ya basta por favor— su hermano lo miro a los ojos advirtiéndole.

Minho cruzo sus piernas y sus brazos mirándolo.

—Es sobre los territorios vecinos...

—¿Una guerra?

—No exactamente, papá quiere tomar más posesión de tierras para la manada que está creciendo.

—¿Siquiera te das cuenta de que al ser tú— lo señaló— el Alfa de la manada, aún dependes de las decisiones de papá como si fueras un niño? Con razón se han vuelto peores...

—Lee know...— volvió a advertir.

—Ve al punto pues, no tengo mucho tiempo...

—Vamos a atacar el lugar donde los seres místicos viven.

Lo miro de golpe, estaba seguro que el pánico y la incredulidad eran notorios en sus ojos y expresiones.

Es el hogar de Lía...

—¿¡Porque!?— se calmo cuando varias personas los miraron extraños ante su exaltación.

—Ya te expliqué, cada año la población aumenta lo doble que el anterior.

—¿Por qué a ellos?  ¿No está la manada del otro lado que es nuestra "enemiga" para tomar su lugar?— la desesperación lo inundó por un momento.

—El territorio de los seres místicos es el más cercano, y me atrevo a decir que está mejor surtido en tierras y alimentos que nuestra propia manada.

—No estoy de acuerdo.

—Es tu deber como jefe de los hombres que se encargan de proteger el territorio.

— No lo haré.

—No eres un niño Lee know — su hermano se empezó a molestar — suficiente hemos tenido para que rechazaras la propuesta de papá.

—También rechazare esta idea.— se paró de su asiento dejando unas cuantas monedas para el mesero y salió de allí.

También unas cuantas cuadras en dirección hacia el bosque.

—Detente— la voz de Alfa de su hermano hizo que su cuerpo se  parará.

¡No cederé ante su estúpida autoridad!— su lobo empezó a arañar — ¡Déjame enfrentarlo!

Minho avanzó cuando en menos de dos metros su hermano se puso enfrente de él.

Como tu Alfa y hermano te ordeno que lo hagas, es tu deber— los ojos centellantes de su hermano también aparecieron.

—No atacaremos ese territorio— levanto la cabeza desafiando la ley natural de los lobos, en la que cualquier cambia formas inclinaba su cabeza en señal de sumisión cuando el Alfa hablaba.

—¿Y a ti en qué te afecta? En el pasado ellos hirieron a varios miembros de la manada, nosotros haremos lo mismo— hablo dejando de lado su pocision.

— ¡Que no carajo!— lo empujó tratando de reprimir a su lobo que luchaba por tomar el control y salir.

—¿Tienes algún interés en ellos?— para este punto su hermano lo atacaba con varias preguntas.

—No diré nada más.— se dio la vuelta intentando "huir" de nuevo.

—Entonces, con o sin tu ayuda, los atacaremos. ¿Que problema hay?

—¡Ahí vive mi Mate!— la voz de su lobo se hizo presente dando la vuelta de nuevo y mirándolo directo a los ojos.

—¿Y?— la respuesta cínica de su hermano hizo que la sangre le empezara a hervir de furia e irá.

—¿¡Cómo que "Y"!? ¡Es mi pareja, a ella no le pueden hacer daño, es completamente inocente!— volvió a empujarlo.

—¿Cuánto tiempo tienes ocultandolo?

—No es de tu incumbencia— le gruño.

Su pecho subía y bajaba, luchaba con tranquilizar su respiración y a su lobo.

—Estas expulsado de la manada, por deslealtad y engañó al líder, junto a tus constantes opocisiones a las órdenes que se te dan...

—¡Cállate!

Para ese momento cualquier rastro de conciencia se nublo en la mente de Minho.

¿Que se creía "el" para tratarlo así solo por defender a su pareja?

Se transformó y en los siguientes minutos todo paso en cámara lenta.





















¿Alguna teoría de lo que pasó al final?

Little GirlWhere stories live. Discover now