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Lo que resto de la noche no pudo dormir bien.
A pesar de haberlo manipulado para que cayera en un sueño profundo, el se aferró a ella para descansar juntos.

Cuando la mañana llegó, Lía como pudo se separó y salió afuera para despejarse un poco.
Probablemente tenía unas ligeras ojeras, y podía sentir como su cuerpo estaba cansado por no estar acostumbrada a convivir con la "naturaleza"

Sabía que Minho no tardaría en despertar, así que se adentro un poco por el bosque. Haria de turista por un momento mientras esperaba que su mente se liberará de todos los pensamientos que habían inundado su mente cuando sus labios fueron mordidos y chupados ferozmente por la persona que ella menos imagino.

Extendió sus manos haciendo contacto con las plantas y hablando con la naturaleza. Giro la cabeza cuando escucho un crujido de una rama detrás de un árbol, para que después saliera un lindo conejo blanco como la nieve con ojos cafés celestes.

—Hola pequeñin...— se agachó extendiendo una de sus manos para que el no temiera y pudiera acariciarlo.

El conejo se acercó lentamente de tal manera que Lía pudo abrazarlo y alzarlo.

—No eres un conejo común— se dijo a si misma examinandolo, ya que recordaba los pocos conejos que Minho había cazado para que comieran, solo que los otros parecían comunes y corrientes.

—¿Eres un cambia formas?— dicho esto hizo contacto con sus ojos rojos para después usar su manipulación mental para poder ver a través de el.

Una vez hecho eso, lo dejo en el suelo dejando que se fuera por dónde llego.

— Si lo es...— murmuró para si misma.

Siguió su camino adentrándose más en los árboles y uno que otro sonido de insectos y animales pequeños.
El recorrido que hacía le hizo recordar cómo se perdió en aquella ocasión cuando era una niña.

Que se perdiera tal vez fue una de las mejores cosas que pudo haberle pasado, porque así pudo conocer a Minho.

Aunque ella misma sabía desde lo profundo de su corazón que ese sentimiento de amistad ya no existía.
Sino que ahora había sido suplantado por un interés amoroso hacia el, ya no lo veía como un amigo o hombre lobo.

Lo veía como alguien con quién quería experimentar el amor y conocer peligros.

Sin darse cuenta ya había perdido la ubicación desde donde empezó.

—Genial...— alzó las manos mirando a su alrededor — deberían premiarme a la persona más distraída y desubicada en el mundo.

Se quedó quieta por unos momentos, cuando pudo escuchar varios aullidos no muy lejos de donde estaba.
Miro a todos lados completamente en alerta ya que podía distinguir distintas pisadas acercarse a su ubicación.

—¡AH!— cayó en el suelo cuando esquivó algo que venía directamente hacia ella — ¿¡Pero que rayos!?

Se paró ignorando el dolor de los raspones que se había hecho en las rodillas y las manos.

Abrió sus ojos cuando vio a dos enormes lobos parados frente a ella gruñendo y respirandole en la cara.

—¿Que?— susurro aturdida.

Podia identificar fácilmente que ninguno de ellos era Minho.
Retrocedió hasta toparse con un árbol y en menos de unos segundos empezar a correr.

Podía escuchar los gruñidos y pisadas que daban detrás de ella. Seguramente no tenía sentido, ya que los lobos corrían mucho más rápido que ella aunque no fuera humana y poseyera ciertos poderes.

Alzó una de sus manos haciendo que una planta que estaba en su camino se enredara en los pies de uno de los lobos. Luego hizo que el poco pasto que había ahí en el bosque,absorbiera de los pies a las patas de los otros dos.

Siguió corriendo con la adrenalina en todo su cuerpo. Sin un rumbo fijo, solo sabía que huía por su vida, porque nada garantizaba que ellos se quedarían donde estaban y encontrarían la forma de seguirla de nuevo.

Escucho un aullido no muy lejos de donde estaba y se detuvo un momento para recuperar la respiración.

—¡LÍA!— se encogió en su lugar cuando pudo identificar la voz de Minho probablemente a unos metros de ella.

Era obvio que podía encontrarla por su peculiar olor. Pero temía mostrarse ante el porque sabía que la regañaria por alejarse demasiado de dónde estaban.

—¡AH!— grito de nuevo cuando sintió que la agarraban del brazo. Alzó su puño dispuesta a defenderse de lo que sea que fuera, pero su ataque fue bloqueado.— ¿M-Minho?

—¿Porque te alejaste tanto de la cueva? ¿Tienes una mínima idea de lo que pensé cuando no te vi? — sus ojos cafés parecían brillar del enojo y su tono de voz igual.

—Solo...— se sentía como una niña regañada — quería explorar por ahí...

Antes de que Minho contestara los gruñidos se escucharon de nuevo, para que después los tres lobos estuvieran frente a ellos. Lía se escondió detrás de Minho.

—¿Yeonjun? — los tres lobos empezaron a cambiar de fase ante sus ojos.

—Wow, no pensé que te vería por aquí Lee know — se acercó a saludarlo amigablemente.

—¿Quién es ella?

—Oh, ella viene conmigo — Minho se hizo a un lado agarrándola de la espalda y dándole un pequeño empujón— Lía, te presento a Yeonjun, Soobin y Jeongin.

—Ellos me estaban persiguiendo — fue lo primero que se le vino a la cabeza para decir.

—¿Perseguir?— Minho frunció el ceño mirándola confundida.

—Bueno, en nuestra defensa pensamos que era una intrusa intentando meterse a nuestro territorio. Pero supo defenderse y huir, fue difícil deshacernos del problema que nos dejó atrás.— Soobin respondió mirando a Lía, quién solo apretó los labios cruzando los brazos.

—¿Vienen juntos?— Yeonjun pregunto.

—Asi es, justamente íbamos directo a su territorio.

—¿Porque?

—Es...una larga historia...

—Bueno, tenemos lo que resta del camino para que nos cuenten.

Lía agarro el brazo de Minho antes de que avanzarán.

—¿Son..confiables?

Minho ablando su mirada sonriéndole.

—Lo sabrás cuando los vayas conociendo.

Lía dudo por un momento.
¿Al menos...recordaba lo que sucedió el día anterior?












































Tal vez fue un poco simple, pero el siguiente estará interesante...

Little GirlWhere stories live. Discover now