The Legend of Zelda: Interlocutor del Tiempo

Capitulo 24

Descargo de responsabilidad: No poseo nada de las franquicias Naruto o Zelda. Los comentarios y las críticas están bien, siempre y cuando no sean directamente de odio o flaming. Si no te gusta, nadie te obliga a leer y puedes irte.

Gracias y disfrutad de

La Leyenda de Zelda: El Interlocutor del Tiempo

-Capítulo 24

-Templo del Agua

Saria, Navi y Elia observaban con mirada inexpresiva cómo Naruto se retorcía desesperadamente en los brazos de la que se suponía que era Ruto. Había crecido mucho más, con la misma piel azul verdosa pálida, sus aletas se habían alargado y vuelto más delgadas, más parecidas a una vela, pero el cambio más notable para Naruto era el gran busto que había desarrollado y que ahora aplastaba contra su pecho mientras lo abrazaba ferozmente.

Su actitud feliz dio un giro repentino cuando dejó de abrazarlo para fulminarlo con la mirada. "¡Cómo te atreves a hacerme esperar tanto, idiota! Te dije que no lo hicieras y todo!" Dijo en tono furioso mientras lo zarandeaba.

"¡Yo-yo-yo p-p-puedo e-explicarte! S-solo d-deja d-de sacudirme!" Naruto apenas logró decir por encima de las sacudidas, logrando finalmente que la furiosa chica pez lo soltara.

"Muy bien entonces," dijo Ruto, flotando un poco lejos con una mirada severa, uno de sus pies moviéndose rápidamente como alguien que golpea su pie impacientemente. "Estoy esperando".

"Bueno..."

-Una LARGA explicación después-

"...y eso fue lo que pasó". Concluyó Naruto mientras le daba un mordisco a la lubina cocida que tenía en sus manos. Él, Ruto, Elia, Navi y Saria estaban ahora sentados alrededor de una pequeña fogata dentro de una de las habitaciones intactas del templo que no había sido inundada, con la única entrada, un agujero circular lleno de agua en la esquina derecha del piso, estaba actualmente bloqueada con un gran pedazo de escombros. Había sido donde Ruto había estado acampando durante los últimos meses mientras intentaba resolver los numerosos rompecabezas del templo.

Ahora mismo, Naruto se sentía extremadamente cansado y nervioso. El cansancio se debía a las constantes nadas, peleas y levantamientos pesados, mientras que el nerviosismo se debía a la intensa mirada que Ruto le dirigía mientras masticaba distraídamente una trucha asada. Siguió haciéndolo sin decir palabra hasta que se hubo comido todo el pescado.

Arrojando las espinas expertamente despojadas a un montón moderadamente grande en un rincón, los ojos de la mujer pez nunca se apartaron de los de la rubia. "Esa... ha sido una de las historias más enrevesadas, locas e increíbles que he oído nunca". Afirmó Ruto sin rodeos mientras se ponía de pie, haciendo que Naruto se estremeciera un poco ante la inexpresividad de su voz.

Su nerviosismo sólo creció aún más cuando ella cruzó la distancia que los separaba y se inclinó hacia adelante hasta que sus rostros quedaron a escasos centímetros. El sudor empezaba a resbalar por la frente de Naruto, que no podía hacer otra cosa que corresponder a su mirada con inquietud.

...

...

"Por suerte para ti, sé exactamente lo digno de confianza que eres". Dijo Ruto con una sonrisa antes de cerrar la distancia entre ellos. Naruto se quedó atónito al sentir los suaves y cálidos labios de la princesa presionando suavemente los suyos.

El beso fue casto, duró apenas cinco segundos antes de que Ruto lo rompiera, pero en esos cinco segundos fueron más que suficientes para freír por completo las funciones cerebrales superiores del pobre rubio. La chica pez soltó una ligera risita al ver la expresión de estupefacción que se había extendido por su rostro.