Todo bien, todo mal

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El cadejo blanco lleva en su hocico al pequeño Qinghua, al ser un ente no poseía saliva, sólo frío.

- ¿Aún sigues tras el alma del pequeño?- el cadejo blanco habló con fasitido.

El cadejo negro lo seguía de cerca, esperando cualquier descuido para hacerse con el pequeño hámster o, bueno, el alma del niño.

- Si, no se porque te molestas en llevarlo, de un bocado puedo tener su...

- Cállate, y ya llegamos.

Luego de una caminata, regresaron a la aldea, el cadejo blanco sabía donde pertenecía esta alma pura, pertenecía junto a la alma de aura fría que se encontraba deambulando, buscando a su pequeño Qinghua.

- Llegamos, pórtate bien pequeño, y no te alejes de él.- fueron las últimas palabras de ese ente blanco.

El cadejo blanco se llevó con sigo al cadejo negro, desapareciendo ambos del lugar.

Qinghua al sentirse un poco seguro, tomó su forma infantil, ocultando sus orejas y colita de animal, pareciendo un niño común.

- ¿Qinghua?

- Dawang...

El pequeño castaño esperó ser recibido con insultos o golpes, así era recibido en el horfanato cuando hacía alguna travesura, pero su sorpresa fue mayor cuando el albino lo aprisiona en sus brazos, un cálido abrazo, un acto desesperado de parte del mayor por asegurarse que su pequeño si estaba con él, sano y salvo.

- ¿En qué pensabas al alejarte así?, la aldea queda por caminos confusos.- aunque su voz era gruesa, de alguna forma, su regañó no hacía temblar de miedo al pequeño niño, al contrario, veía la verdad de las palabras y lo grave de sus acciones.

Por lo que lloró, no por miedo a un golpe, sino por culpa, por sentirse culpable de hacer sentir mal a la persona que lo trata bien.

- Perdón~ Perdón Dawang.

Mobei-Jun alzó en sus brazos al pequeño llorón, recargó la cabeza del pequeño en su hombro y pasó su mano por la pequeña espalda del niño.

- Esta bien, todo está bien.

Aunque Mobei-Jun era alguien frío, distante e introvertido... había algo en el pequeño infante que le hacía salir a flote un sentimiento cálido.

>> Ya, ya, todo estará bien, ya estamos juntos.

El pequeño Qinghua asintió en ese cálido abrazo, en su mente, prometía estar siempre al lado del hombre más cálido y de hermosos sentimientos protectores.

Mobei-Jun era ahora su familia.

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Shen Qiao cargaba al pequeño Wei Ying, junto a él lo seguía (por orden de Yan WuShi) Yu ShengYan.

- Maestro Shen, tengo sueño~

- Eres un híbrido de lobo, un animal nocturno, ¿cómo es que tienes sueño?- un poco divertido, Shen Qiao realizó su pregunta mientras observaba que el pequeño Wei Ying ponía atención.

Toda distracción es bienvenida.

- Mire maestro Shen, soy un lobo no alfa, no soy al 100% nocturno, fuí criado siendo diurno, y cuando tengo sueño y no duermo de noche, me da hambre, y si me da hambre se me antoja comer...- de forma discreta miró al pequeño niño.

Los híbridos (no) son una amenazaWhere stories live. Discover now