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Minho notó lo abrumado que había estado el alien luego de ese extraño arranque, así que decidió que quizá podría llevarlo a pasear para que pudiera despejar su mente.

Así que sin más, tomó el auto y decidió llevarlo a uno de sus lugares favoritos cuando necesitaba despejar su mente. Estacionaron y caminaron en silencio hasta la entrada del jardín Rikugien, un hermoso y amplio parque lleno de verde.

—Este es el jardín Rikugien —le presentó, mientras Jisung miraba embobado cada parte del parque—. ¿Sabes qué significa su nombre? —se giró a verlo, el chico negó—. Significa Jardín de los seis principios —comentó—. Su nombre hace referencia a los seis elementos en la poesía Waka. La poesía Waka es un género de la poesía japonesa que fue empleado para diferenciarse de la poesía kanji, que es la poesía china —el menor asintió, pero le estaba costando un poco procesar todo—. Bueno, más que seis elementos... son las seis categorías que abarcaba esta —Minho esbozó una sonrisa al notar la confusión en el rostro de Jisung—. ¿Estás entendiendo?

El chico asintió, y Minho rió.

—No te preocupes, son términos difíciles de comprender si no estás realmente interesado en la poesía y todo eso. Es normal. —se encogió de hombros.

—¿Y tú cómo lo sabes entonces? —preguntó, se detuvo unos segundos y lo miró sorprendido—. ¿Te gusta la poesía?

—Claro, a quién no... No soy un aficionado a la lectura de otros libros que no sean astronómicos, pero de vez en cuando he leído algunos libros y poemarios, solo para sacar mi mente de todo lo que tenga que ver con el cielo. —señaló hacia arriba.

Jisung no pudo ocultar su sorpresa. ¿El chico leía poesía?

—Oye, tampoco me mires así —le dijo—, no es raro que un hombre lea poesía —se defendió, riendo—. Pensaba que en tu mundo eran más abiertos de mente.

Jisung sonrió. —Lo somos, no hay géneros, nadie te dice a quién debes amar.

—Bueno, así como me lo comentas, quizá podría irme a vivir a tu planeta. —le dijo con gracia.

Jisung negó.

—No puedes, a la velocidad en la que viajamos, tu cuerpo se desintegraría totalmente incluso antes de estar fuera de tu sistema y-

—Jisung, estoy bromeando. —le cortó.

El menor cerró la boca y asintió.

—Claro. Lo sabía. Sí.

Minho sonrió enternecido.

—Y bueno, ¿Qué tal es tu planeta? Digo, acá tenemos horribles historias de tiranos, corrupción, atentados, y la lista podría seguir. ¿Hay de eso en tu planeta? —preguntó.

Jisung lo pensó un poco. ¿Podría considerar a su padre un tirano por querer que volviera a su planeta luego de haber huido?

—Nosotros tenemos un sistema distinto. Próxima B no está corrompida. El bien prima y, en realidad, no necesitamos leyes ni reglas, aunque sí las tenemos, solo porque... —se calló sabiendo que estuvo a punto de exponer algo realmente importante, algo que aún no podía hacerle saber al humano frente a él.

—¿Por qué?

—Por precaución. —mintió el chico.

—Pero entonces eso quiere decir que incluso siendo buenos, hay una mínima probabilidad de que su mundo se vaya a la mierda.

—Creo que nunca se convertiría en la Tierra —contestó—, pero siempre está la posibilidad. Después de todo, es fácil corromper a la gente, a los humanos más que nada.

𝚟𝚘𝚢𝚊𝚐𝚎𝚛 || MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora