secreto ; km au

07.

Nunca pensaron que el proyecto les tomaría tanto tiempo.
Llevaban una semana y media juntándose todos los días para poder avanzar.

Semana en la que las caras de Yunjin hacia Jimin no habían disminuido, al contrario.

Por alguna razón, Yunjin sentía una vibra distinta en su papá; llegaba más temprano del trabajo, sonriendo y con comida para todos.

Y sí, las miradas entre Jimin y su padre seguían, se sentía asqueada por completo. No sabía que alguien podría ser tan descarado, hasta que conoció a Park Jimin.

El día había pasado rápido, en estos momentos se encontraban ya todos alistando sus cosas para volver a sus casas, Jimin muy incómodo, ya que Seokjin no había podido asistir a la reunión ese día.

Las miradas de Vernon continuaban, y no lo mal entiendan, era muy guapo y amable, pero se sentía incómodo. Teniendo a su novio en el mismo lugar, sin poder evitar sus miradas por más de una semana, era difícil.

Jimin no sabía si algún día el amor de ambos podría ser libre, y aunque nunca había pensado en eso o lo había "exigido" últimamente comenzaba a pesarle. Comenzaba a sentirse atrapado.

Y no le gustaba, porque de alguna manera Jungkook sentía sus cambios; lo ponía triste estar incómodo de alguna manera con su novio.

—Bueno, yo me voy. Gracias por la comida y por todo, Señor Jeon. —dijo Vernon, mientras le hacía una reverencia.

—No es nada, ve con cuidado. —respondió Jungkook. Quien, obviamente, había notado esas miradas lanzadas a su novio, cosa que no le gustaba para nada.

Vernon salió de la casa luego de despedirse de Yunjin y Jimin, quienes también estaban ahí.

—Mhm, sí. Yo también ya me tengo que ir. —habló Jimin.

—¿Cómo te regresarás, Jimin? —Jungkook trato de preguntar lo más neutral posible, incluso era tan raro no decir un apodo cariñoso.

—Mhm, supongo que pediré un uber o algo así. —el rubio se terminó de avergonzar tras la mirada burlona de Yunjin, ella parecía estar disfrutando de su vergüenza.

—No, no. Yo te llevaré a tu casa, es muy peligroso ir en uber a esta hora. Sólo voy por las llaves del auto.

Cuando Yunjin escuchó a su padre no pudo evitar sorprenderse. ¿Qué era lo que tenía Jimin?

¿Por qué ser tan amable?

Jimin trató de decirle que no, pero sabía que Jungkook era un terco y no le daría la razón.

Luego de unos minutos ambos salieron de la casa en camino a la de Jimin.
Yunjin sólo los miraba desde la ventana, irritada por la repentina atención que su padre le otorgaba a ese.

Por otro lado, Jimin notó que el auto estaba más lejos de lo normal, cosa que no tenía sentido ya que la casa de los Jeon tenía cochera.
Al llegar a la esquina, Jimin habló.

—¿Lo planeaste todo, verdad?

—¿De qué hablas?

—Tú nunca dejas el coche tan lejos, Jungkook, tu casa literalmente tiene cochera.

El mayor comenzó a caminar hacia él.

—Mhm, me descubriste. —lo acorraló empujándolo hacia el auto.

—Jungkook, ¿qué haces? Te pueden ver.

El rostro varonil de Jungkook estaba a escasos centímetros del suyo. Sus cuerpos estaban prácticamente pegados, y el rostro de Jimin no podría estar más rojo.

—No me importa, cariño. Todo el día de hoy te extrañé, deseé besarte y tenerte conmigo, sentado en mi regazo como tanto te gusta. — dió un pequeño beso en su mejilla. —No me niegues tenerte cerca.

—Sí, y-yo también te extrañé. Pero amor, este no es el lugar, por tu seguridad, ¿si? Vamos a mi casa y ahí nos acurrucamos todo lo que tú quieras.

—No quiero sólo acurrucarme hoy, mi amor.

—Lo que tú quieras, entonces.

Jungkook sonrío y no pudo evitar robarle un pequeño pico. Abriendo la puerta del coche para Jimin y así emprender su viaje y disfrutar de la noche con su amado novio.

Y Jimin, supo que siempre pondría la comodidad de Jungkook primero, por más triste y absurdo que sonara.

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