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La cena romántica de Jisoo y Lisa había comenzado, la coreana se tomó la dedicación de hacer la comida ella misma y decorar su propia casa de una forma elegante, todo estaba saliendo perfecto, Lisa vestía un lindo vestido cómodo para su embarazo, el cual, volvía loca a Jisoo, porque incluso en pijama la coreana siempre encontraría atractiva a la tailandesa que tanto amaba.

Quería hacerle saber lo mucho que la quería, confesarle su amor esa misma noche bajo la luz de la luna que entraba con timidez por la ventana que había frente a ellas.

Lo único que quería esta noche era que Lisa y ella bailaran bajo la luz de la luna para besarla en el momento indicado, no quería a nadie más que a ella, esa chica que ahora estaba libre y lista para ser completamente suya.

Así que cuando la cena concluyó, Jisoo tomó la mano de la menor por sobre la mesa y la miró directamente a los ojos, estaba lista, pero los nervios no pasaban desapercibidos, era solamente Lisa, sin embargo Jisoo no podía controlar ese palpitar desenfrenado de su corazón, era tan difícil incluso después de haberlo practicado tanto frente al espejo de su baño.

Sin embargo se armó de valor, iba a declararse aquí y ahora.

- Lisa, Lalisa Manobal, tú sabes lo mucho que te amo- La menor asintió con un brillo especial en los ojos -Eres lo más preciado que tengo y no quiero volver a sentirte lejos...- Jisoo hizo una pausa -Por favor, dime si estás lista para dejarme ser tu novia- Ella lo había hecho, había confesado sus anhelos y al terminar cerró los ojos esperando por una respuesta.

Un suave beso sobre sus labios lo dijo todo.

-Estoy lista incluso para ser tu esposa- Lisa susurró contra su boca con una sonrisa.

Y aquello no pudo hacer más feliz a Jisoo. La idea de casarse con Lisa sería su nuevo propósito de vida.

Una cena romántica junto a una madrugada llena de besos y caricias fueron suficientes para que Lisa se sintiera como la mujer más afortunada del mundo, no era para menos, pues Kim Jisoo era oficialmente su novia.

Sin embargo no todo era color de rosas para la pareja, puesto que después de un par de días, el juicio contra Jungkook comenzó, y para mala suerte de las chicas, Lisa debía estar presente al ser la demandante y afectada directa, cosa que a Jisoo le preocupaba en demasía, pues la tailandesa debía mantener reposo y abstenerse de experimentar emociones fuertes como las que se presentaban en un tribunal.

Sin embargo no había mucho que hacer, la ley era la ley y ahora Lisa se encontraba sentada al lado de Jisoo presenciando el juicio contra su ex marido.

-Señor Jeon, usted afirma que jamás hirió a la señorita Lalisa Manobal de forma física o mental haciendo algo en contra de su voluntad, ¿Es correcto?-

-Así es.-

-¿Lisa miente?-

-Es correcto- Jungkook respondió a la abogada Minatozaki.

-Entonces, ¿Por qué le firmó el divorcio?-

-Ella insistió, dijo que iba a acusarme de violencia doméstica si no firmaba, firmé y aún así lo hizo, ¡Ustedes me mintieron!- Jungkook perdió la paciencia por primera vez.

-Entonces usted firmó para cubrir su delito- Sana afirmó.

-No, yo no dije eso, es normal que tuviera miedo cuando me amenazaban con dar pruebas falsas.-

-Agradezco la mención de aquello señor Jeon, su señoría, me encantaría mostrarle un par de pruebas recolectadas hace algunas semanas, son grabaciones del supermercado en donde el señor Jeon atacó por última vez a su esposa.-

-¿Qué? ¡No! ¡No le crea, ella miente!-

-¡Orden! ¡Orden en la corte!- El juez golpeó el maso.

El video de la camara de seguridad fue reproducido, era evidente que aquello era real.

Esa y muchas pruebas más fueron reveladas desde el primer día del juicio, las abogadas de Lisa venían con todo, mientras que el abogado de Jungkook ni siquiera quería estar ahí presente, era obvio que defendía a un hombre malo y él deseaba que perdiera, porque a pesar de que fuese su cliente, directamente no era nada, el gobierno lo había asignado y recibiría el mismo pago sin importar si Jungkook ganaba o perdía el caso.

Así que teniéndolo casi todo a favor de la demandante, el primer día de juicio había acabado.

Fue más fácil de lo que Jihyo y Sana se imaginaron.

Mientras tanto, en el consultorio de Rosé, esta se encontraba teniendo un rato libre a causa de una cita cancelada por una paciente, por lo cual no encontró mejor idea que ir hacia el escritorio de Jennie para platicar un rato con su hermosa asistente.

Estaba sentada sobre las piernas de su secretaria, acariciando suavemente su cuello mientras la mayor la sostenía firmemente de la cintura y susurraba un par de cosas a su oído. Ambas se encontraban en una especie de extraña relación con la otra luego de haberse besado en casa de la menor después de que la coreana hubiese aceptado ir a ver una película con Rosé, se había divertido anteriormente con ella en la cena a la que la Neozelandesa la había invitado días atrás, por lo que no dudó en aceptar ir a su casa, pues se había dado cuenta de que todo este tiempo juzgó mal a Rosé y no se había dado la oportunidad de conocerla realmente, ella era bonita, graciosa y muy atenta, por lo cual no pudo evitar caer ante sus encantos y besarla aquella tarde en su casa.

No le había pedido permiso para hacerlo, pero era más que obvio que lo tenía, pues Rosé nunca se molestó en ocultar sus sentimientos por la contraria y Jisoo se sentía afortunada por aquello, aunque era bastante reservada como para atreverse a pedirle ser su novia, sin embargo todo parecía marchar bien y Rosé parecía feliz de sentir las manos de Jennie vagar de forma traviesa por su cuerpo aún con su vata de uniforme estando de por medio.

Habría continuado moviendo sus caderas sobre el regazo de su secretaria mientras esta amasaba suavemente sus pechos y le susurraba un par de cosas al oído de no ser porque su siguiente cita con otra paciente se aproximaba, después de todo ella seguía en el trabajo y debía portarse profesional estando ahí.

Pero el sonrojo de su rostro y el fuerte palpitar de su mojada intimidad la distraía, solamente esperaba con ansias terminar con éxito su jornada laboral.




Estéril / Lisoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora