Todo Un Cliché

II. Primer Paso

La mañana del lunes corté con Tomás, y él fingió estar a punto de llorar argumentando que no estaba siendo justa, ya que lo que yo "había escuchado" de él, eran sólo rumores. De repente, se me vino a la cabeza la imagen de mi primer novio, de quien según decían, había subido varios videos pornográficos a internet con sus exnovias y que al proponérmelo a mí aseguró nunca haberlo hecho antes, "sólo son rumores" fueron exactamente las palabras que él usó.

Yo no tenía ganas de discutir, así que antes de que Tomás pudiera decir algo más, me alejé sin siquiera mirarlo y me junté rápidamente con mi mejor amiga, la cual me esperaba cerca del buffet de la escuela.

—¿Lo hiciste? —me preguntó. Yo asentí con la cabeza—. ¡Genial! Es lo correcto —aseguró.

Aunque le había contado lo que había visto en el boliche, evité hablar sobre el incidente con los acosadores y la heroica llegada del chico de mi clase llamado Milton "algo". (Me sentía realmente muy culpable de no recordar su apellido). Pero pocos días después, y sin haber hablado ni siquiera una vez con el chico en cuestión, tuve que investigar un poco sobre mi "héroe" de aquella noche, a quien cada vez me daban más ganas de conocer.

Todo un cliché, si me lo pongo a pensar.

Decidí preguntarle a Flor, mi mejor amiga, qué sabía sobre Milton bajo el argumento de que "a una amiga de otra escuela le gustaba" (una mentira que, creo, ni siquiera Flor, se creyó)

—¿Milton Gaitán? —preguntó desconcertada—. Sé que juega al fútbol, por eso se lleva bien con los chicos, pero más allá de eso, solo habla con Rocío y Miguel —contestó.

Era verdad que aquel muchacho casi nunca hablaba con nadie, apenas con sus dos compañeros de banco. Yo, personalmente, nunca lo había visto conversando con alguien más, así que no entendía a qué se refería Flor con "se lleva bien con los chicos", por lo que decidí preguntarle a Joaquín, mi vecino y amigo de la infancia, cómo jugaba Milton al fútbol.

Sin tantos cuestionamientos como Florencia, Joaquín me contestó rápidamente.

—¡Es una máquina! Llo fuimos a ver un par de veces con la banda para hacerle el aguante —sonrió, como si hubiese recordado algo gracioso—. Hasta nos compramos la camiseta con su nombre —terminó de decir, sin prestar atención a mi cara de desconcierto.

¿Tan importante era como para comprarse una camiseta con su nombre? Me vi obligada a indagar más en profundidad.

—¿En dónde juega?

Joaquín me miró extrañado.

—En River, debutó en primera este año ¿Nunca te enteraste?

Negué con la cabeza, y, en contra de mis pronósticos, no me preguntó el porqué de mi curiosidad.

Ese mismo domingo, decidí verlo jugar, pero su nombre nunca apareció en la formación para el partido contra "Vélez Sarsfield".

Al otro día, no fui a la escuela, culpa de que no había podido dormir en toda la noche pensando en Milton. A la tarde, tomando coraje, le hablé por Instagram.

—che milton, otra vez, gracias por lo del otro día

—No hay problema Marti. ¿Está todo bien?

—sisi te queria preguntar algo

—Decime.

—es verdad q jugas en river?

—Sí, normalmente soy suplente, pero con la lesión del Pachi estoy jugando de titular.

—wow buenisimo! pero ayer no jugaste o no?