II

142 7 0
                                    

-¡Tayler! ¡Deja mis pancakes!- le advierto, Tay ya se comió cuatro pancakes y aún quiere más... pero va por los míos.

-¡Tranquilos niños! Y Tay, si mucha hambre tienes, hay fruta picada en el refrigerio- Teddy y yo reímos, le saco la lengua y sí... saca las frutas y las mezcla con un montón de yogurt y cereales. Repugnante se ve.

Toma una cuchara grande (como las de sopa) y la mete al fondo en el tazo.

-¡Yom, Yom!- Tedd y yo lo vemos con cara de disgusto al ver que se mete a la boca aquella cuchara inmensa. ¿Por qué son así los hombres? Teddy se levanta rápidamente y lava sus trastos.

Ya dadas las cuatro de la tarde; los chicos quieren salir a jugar en el patio y con el cachorro. Un precioso Alaska blanco con negro y ojos azules que nuestra abuela nos regaló hace cuatro días. Entre todos elegimos su nombre...Bucky... a mí me gusta cómo se escucha, mis hermanos me dijeron que así se llama él amigo del Capitán América... sip, algo sí. No pudieron pegarme ese gusto hacía los cómics, pero eso sí; los leo. Me gustan.

El patio trasero es amplio, me agrada... excepto el lago. Obviamente Tayler podrá poner en prueba a Teddy. Lo obligará a hacer una manía horrible.

-Cariño- me posiciono en cuclillas frente a Teddy -Esta será nuestra primera regla: Por nada en el mundo; jamás, te acerques demasiado al lago. No sabes nadar, ese lago es muy profundo y puedes ahogarte. No quiero que te pase nada, lo eres todo para mí-

-Okey, te prometo que no lo aré- me sonríe.

-Vale, no dudes en llamar a mamá si ocurre algo ¡Ah! Y no le hagas caso a Tayler, él no debe y no puede decirte que te acerques allí ¿Entendido?-

-Sipi- corre a jugar con el perro y Tayler, yo entro a la casa.

-Nena, ¿puedes mandar esto a la dirección que está en la mesa?- mamá sale

-Claro ma, pero en lo que no estoy, échale una miradita a los chicos, o sal con ellos a jugar. Ellos te necesitan, en especial Teddy-

-Tranquila mi niña, estaba pensando exactamente eso. Saldré con los chicos, quiero ver a mi Teddy sonreír de nuevo- me planta un beso en la frente -Anda, si no das, aunque lo dudo mucho, es de este mismo lado a unas seis casas, enfrente de Lewisboro Dog Control Officer-

-Vale- y salgo. Tomo mi bicicleta vintage color aqua claro y pongo mis llaves en la canastita junto con el frasquito de brownies y unos cigarrillos de chocolate para mi camino. El día es hermoso, el viento sopla entre las hojas de los arboles verdes. Ayer en la noche, busqué "nuestra" casa (la de South Salem) y nuestra ubicación esta exageradamente lejos de la cuidad, no hay nada por aquí.

Eso me inquieta un poco, un momento pensaba en llevar a Teddy todos los días a una tienda para comprar montañas de dulces, pero no hay. Solo hay un restaurante o bar que está al final de la punta de Truesdale Lake.

Dentro de poco, llego a la casa que mi madre me dijo. La casa es grande, más grande que la de nosotros. Es bonita, en la entrada principal hay un gran arco. Estaciono mi bicicleta. Es un poco infrecuente, pero antes de chocar mi puño contra la puerta, esta se abre instantáneamente. Quedo un poco aturdida ante tal acontecimiento. Una mujer de mayor edad esta frente a mí.

-Hola, buenas tardes -trago saliva -Vengo a dejarle esto... es de parte de mi madre... de nosotros- ella me sonríe cálidamente.

-Hay mi niña, gracias. Ven, entra; también tengo algo para tu mami-

-Oh no, puedo esperar aquí-

-Vamos, no seas tan sobria con una pobre viejecilla- bien, no puedo negarle eso. Entro. Su interior es exquisito, de muy buen gusto moderno para ser de aquella mujer.

Miro a todos mis alrededores, pero la anciana sigue hablando y de verdad no escucho lo que dice. Su voz lejana se escucha desde la cocina, doblo a la derecha y me topo con unos ojos grandes.

Me alejo un poco pasmada, trato de entrar en razón. Cuando reacciono me encuentro justo enfrente de un chico, un chico de piel tan blanca como la nieve, cabello alborotado naranja como las hojas de otoño y ojos azules como el cielo de verano, grandes y brillosos como los mares; que me examinan de arriba para abajo. De su cuerpo desprende un delicioso aroma, denota pulcro, tiene también unos labios rosados y perfilados.

Pero después de segundos, él se excluye y desaparece de mi vista.

-Ten, es mi especialidad. Hago unos pasteles deliciosos, a tu abuela le encantaban... bueno, le encantan- yo aún sigo un poco desorientada por lo que acababa de pasar. Tomé el platillo lleno de pastelitos que la señora me tiende y me despido educada y tranquilamente.

Salí inmediatamente de aquella casa y me dirigí a casa lo más rápido que pude.

-¿Por qué tardaste demasiado niña?- Tayler me regaña

-¿Me tarde?- bufo -El camino fue bastante largo Tay, lo siento ¿Y mamá?-

-Hace unos segundos se fue con la vecina de enfrente, resulta que ambas son "nuevas", pero ellos ya tienen un mes aquí- el me sigue hasta el patio trasero.

-¿Y Teddy?- le pregunto al no verlo, ambos volteamos y lo buscamos con la mirada.

-Juro que hace un segundo estaba aquí con Bucky-

-¿A quién buscan?- Teddy se hace presente -Entre a la casa, supuse que eras tú Nataly-

Un fuerte y feo aire se soltó muy de pronto -Bien, métanse, no quiero verlos afuera mientras mamá no está- y cierro ventanas y puertas.

En la próxima hora, mamá no regresaba; ya que una tormenta cayó. Veíamos muy plácidamente la tele y la luz se fue. Prendimos velas, celulares y linternas para alumbrarnos. Tayler quería contar historias de terror; por una parte yo no quería por Teddy.

-¡Hay que contarle la historia que nos contó Lady!-

-¿Lady?- intervine velozmente -¿Quién es esa?-

-La hija de la vecina, pero como Theodore es todo un galán, se hizo amigo de ella, obviamente; es un Ward- guiña el ojo y Tayler toma el silencio para comenzar la historia. Se extendió un poco, dijo que el tipo William Truesdale era un tipo loco como Hannibal y Hitler juntos. Mataba a la gente de maneras violentas e inhumanas, a su esposa y a algunos habitantes del mismo pueblo de South Salem.

Claro; para hacerla más interesante y "tenebrosa" agregó fantasmas, diciendo que aquellas almas en pena rondan aún y buscan venganza matando a la gente de hoy en día.

Mamá llego hace unas horas, después de jugar un poco para quitarnos el miedo, nos mandó a la cama. Sigue lloviendo y los árboles se mueven ruidosos desde afuera. No tenía sueño, y no era por miedo, simplemente no me sentía agotada.

Me encontraba muy pensativa, por alguna razón no pude quitarme de la cabeza a aquel chico con el que me topé accidentalmente en esa casa. Pero algo interrumpió mis pensamientos.

Me levante lentamente, estaba escuchando que golpeaban la puertecilla de mi balcón.

Sigilosamente me acerco, pero al ver a través de la ventana, no hay nada y es alguna rama de algún árbol.

Ma siento en mi cama, mirando la ventana, estoy cansada y quiero dormir, ahora sí, pero antes de meterme a la cama, una silueta de un hombre se dibuja detrás de las corinas del ventanal con la luz del relámpago.

Me levanto bruscamente y abro las cortinas pero no hay nada. De un salto, me cubro con las sábanas y colcha de mi cama hasta quedarme dormida.

SOUTH SALEM (Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora