C: 139 - YA NO SOPORTO MÁS

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Narra William:

Rita: Es mejor no quedarse ahí con todo ese ruido. -explicó- Veamos... ¡Ah, sí, este sitio es bonito y acogedor!

-Era el armario de la limpieza. De inmediato la miré-

Rita: Entra, cielo, está muy bien. Divinamente. -repitió sentándose a duras penas en un cubo vuelto boca abajo-

-Me empujó para que me sentara sobre una caja de cartón y cerró la puerta, con lo que quedamos a oscuras.

Se suponía que tenía que hacer una pequeña entrevista con esta mujer, pero solo me incomodaba y en estos momentos no era al más amable que dígamos-

Rita: Veamos...

-Abrió el bolso de piel de cocodrilo y sacó unas cuantas velas que encendió con un toque de la varita, y por arte de magia las dejó colgando en medio del aire para que iluminaran el armario-

Rita: ¿No te importa que use una pluma a vuelapluma, William? Me dejará más libre para hablar...

William: No, haga lo que quierra perro dese prrisa. -dije impaciente-

-Rita Skeeter sonrió más pronunciadamente, y yo solo rodé los ojos contando tres dientes de oro de la boca de la mujer frente a mi.

Volvió a agarrar el bolso de piel de cocodrilo y sacó de él una pluma de color verde amarillento y un rollo de pergamino que extendió entre los dos, sobre una caja de Quitamanchas mágico multiusos de la señora Skower.

Se metió en la boca el plumín de la pluma verde amarillenta, la chupó por un momento con aparente fruición y luego la puso sobre el pergamino, donde se quedo balanceándose sobre la punta, temblando ligeramente-

Rita: Probando, mi nombre es Rita Skeeter, periodista de El Profeta.

-Bajé de inmediato la vista a la pluma. En cuanto Rita Skeeter empezó a hablar, la pluma se puso a escribir, deslizándose por la superficie del pergamino.

La atractiva rubia Rita Skeeter, de cuarenta y tres años, cuya despiadada pluma ha pinchado tantas reputaciones demasiado infladas. Todos sabían sobre ella y papá me recomendó no decir algo idiota estando con ella-

Rita: Divinamente. -sonrió-

-Rasgó la parte superior del pergamino, la estrujó y se la metió en el bolso. Entonces se inclinó hacia mi-

Rita: Bien, William, ¿qué te decidió a entrar en el Torneo?

William: Yo no...

-Iba a hablar, pero la pluma me distraía de forma hipnotizante. Aunque él no hablara, se deslizaba por el pergamino a toda velocidad, y en su recorrido pude distinguir una nueva frase.

"Una terrible cicatriz, recuerdo del trágico pasado, un irremediable olvido de todo el mundo que desfigura el rostro por lo demás muy agradable de William Potter, cuyos ojos...

Rita: No mires a la pluma, William. -dijo con firmeza y de mala gana-

William: Esperro este anotando cosas que yo en seriro diga y no esas tonterrías que siemprre pública. -gruñi-

Rita: Descuida, soy profesional. -sonrió- ¿Qué te decidió a participar en el Torneo?

William: Yo no decidí parrticiparr. -rodé los ojos- No sé cómo llegó mi nombrre al cáliz de fuego. Yo no lo puse.

-Rita Skeeter alzó una ceja muy perfilada-

Rita: Vamos, William, no tengas miedo de verte metido en problemas. Ya sabemos todos que tú no deberías participar. Pero no te preocupes por eso, a nuestros lectores les gustan los rebeldes. Y por lo que tengo entendido, entre tu y tu hermano, eres el más problemático. -me guiño un ojo-

MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora