Capítulo I

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“¡SE ACERCA SAN VALENTÍN!

La fecha más romántica y empalagosa va aproximándose en el almanaque y empieza a hacer presencia en la vida rutinaria de cada uno de nosotros. Se dejan ver las parejas felices, personas desesperadas por conseguir un buen obsequio, las tiendas repletas de decoraciones que incitan el amor. Todo el mundo se encuentra con ciertos cambios en los aires. Mantener sonrisas en el rostro es un logro fácil; se localiza a todas las parejas siendo más cariñosas que de costumbre; se siente la bonita sensación de amor y felicidad cada vez más cerca. San Valentín sin dudas es de las fechas más tiernas y esperadas por todos: sea para pasar una romántica tarde con sus parejas o para hacer alguna declaración inesperada y magnífica, ya que al ser San Valentín, el optimismo y la felicidad surge de los corazones de todo el mundo.”

—¡Basura! ¡Esto también es basura!

El papel que contenía toda esa palabrería escrita fue abollado abruptamente y lanzado por el aire, volando unos cuantos metros antes de caer en un suelo cubierto de más papeles también abollados.

El adolescente de ojos azules se llevó una mano a los párpados cerrados y los frotó con fuerza, casi haciéndose daño. Rugió con impotencia y tensó la mandíbula.

Una sonora y amplia carcajada retumbó por todo el lugar.

—Venga, no puede ser tan malo —habló con burla una voz suave que provenía de otro adolescente, que se hallaba sentado en una silla giratoria.

—Tú no entiendes, Liam —gruñó el ojiazul, retirando sus dedos de los ojos y mirando a su compañero con seriedad. Liam enarcó una ceja.

—¿Ese fue tan malo como los anteriores?

—¡Fue peor! ¡Fue terrible! —bramó, cruzándose de brazos y haciendo una mueca sarcástica— “La época donde todas las parejas son felices” ¡Eso no existe! Al final esas parejas terminan engañándose mutuamente y, ¿adivina qué? ¡Tarán! ¡Toda la absurda magia de San Valentín se va a la mierda!

Liam soltó otra carcajada, aún más potente que la anterior.

—Dios, Louis. ¿Enserio has escrito esa mierda?

El adolescente de ojos azules, piel acaramelada y carácter amargado (también llamado Louis) miró a su amigo con muy mala cara.

—¿Qué planeabas que escribiera? ¿Que San Valentín es una mierda, que todos se la pasan encerrados en sus casas llorando porque sus vidas son miserables y no tienen a nadie que los ame? —Louis esbozó una sonrisita estúpida—. Vale, gracias por la idea Liam, la tomaré en cuenta. Seguramente así será la manera en la que el director de este estúpido periódico me eche más rápido del equipo.

El adolescente de ojos color miel soltó risitas burlescas. Se acomoda más en su asiento, arreglándose el cabello con los dedos.

—Suena encantador. El primer periódico que diga eso tiene por asegurado que lo compraré.

—Lamentablemente ningún periódico lo hará porque la idea es plantar felicidad en la gente —respondió Louis de forma lacónica—. Dios, cuando dije que quería ser periodista, me refería a investigar buenas historias y narrarlas seriamente para el diario. No éste circo que crearon en la escuela.

Ambos adolescentes se hallaban encerrados en una habitación grande y oscura. Las únicas luces encendidas alumbraban a los dos escritorios de madera, los cuales estaban repletos de papeles y computadoras. Esta sala que formaba parte de la gran escuela se llamaba "La Sala de la Creatividad". Claro que el nombre era un poco irónico considerando que esa sala tétrica y aburrida solo podía lograr que tu mente quede en blanco.

Stupid newspaper we fell in love with ✧ [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora