ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕏𝕏𝕝𝕍 // Juicio final

31 4 0
                                    


T/N:

- ¿Estás lista?

- Solo estoy pensando en cómo dejar de morderme las uñas.- Dije mientras me auto quitaba las uñas de la boca.

- Esto es en serio.- Dijo mi hermano mayor para sostenerme las manos como un símbolo de apoyo hacia mi voluntad de no comerme las uñas.

- Sí... emmm, me siento bien.

- Hoy sí, mañana tal vez no.- Se interpuso mi hermano menor en la conversación.

- Ahora me siento plena, en un rato no tanto... mañana... es que no sé cuál vaya a ser mi reacción al verlo de frente.- Quitaba la mano de mi hermano disimuladamente para poder moldear mi uña disuelta.

- Eres fuerte, esto es lo último de todo, ya podrás vivir en paz, de nuevo sin ningún problema, por ahora solo ve a conversar.- Dijo mi hermano mayor intentando hacer divertida la situación.

- ¿Conversar? Ojalá fuera eso, tengo que repetir y repetir lo mismo de siempre, como si ya no estuviera exhausta de recordarlo.

- No te comas las uñas...- Repitió.

Cuando bajé mi mano, escuché que me llamaban, ya era hora de atender mi cita.

Me levanté, salí de la sala donde estaba con mis hermanos y entré a otro cuarto donde me estaba esperando mi abogado.

- Buenas tardes.

Soy incapaz de no saludar a las personas, se me hace grosero y de mala educación.

- Buenas tardes T/n.

- ¿Cómo está?

- Perfectamente, ¿cómo está usted?

- Un poco inquieta.

Soy incapaz de decir mentiras, simplemente es algo que no puede hacer mi cuerpo con facilidad.

- Entiendo, mañana será un día difícil, pero lo importante es que va a ser un final feliz.

- Eso es lo único que me motiva a no fingir quedarme dormida para faltar.

Creo que al estar más al aire libre, con personas y conviviendo ha hecho que mi personalidad florezca, como lo ves.

- Sonrió.- Esto va a ser breve, quiero que descanses para mañana.

- Aún mejor así.

No creo que haga falta describir a mi abogado, no es como que preste mucha atención a esas cosas, soy muy distraída, pero para ser más clara lo haré. Estaba en un cuarto oscuro, la única fuente de luz era de afuera del cuarto el cuál entraba por una ventana transparente que estaba cerrada, yo estaba en uno de los cuatro sofás gris, acomodados en forma de cuadrado, al frente mío estaba mi abogado y al lado, un poco lejos, estaba una mesa con unos libros ordenados en escala, mi abogado no era tan anciano, tenía unos 28...29... no lo sé, pero se veía muy formal, siempre vestido de traje, su peinado con esfuerzo y sus joyas de semi marca.
No sé de dónde sacó este abogado mi hermano pero me caía bien, era respetuoso, para mí que un hombre sea indiferente es sinónimo de respeto, ya no sé si es por lo que viví. Prefiero que me mire de mal a que me mire amable.

- Solo te haré las últimas preguntas, ya sabes, descríbelo todo, es para profundizar más mi parte.- Dejaba ver sus dientes perfectamente alineados.

- Si...

- Cuéntame sobre su manera de demostrarte cariño.

- No sé si sea cariño después de tenerme secuestrada, pero las veces que notaba que lo hacía era cuando me daba de comer o cuando yo le obedecía, cuando estaba tranquila él se acercaba y me hablaba en un tono suave; delicado para después mirarme como si fuera lo mejor de su vida, se quedaba así minutos como si no se cansara, después de un rato ya empezaba a pasarme mechones de cabello por la oreja y cosas así, ya sabe, a tener contacto físico, pero solo eso, solo tocaba mi rostro.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 27 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝙈𝙞 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙖𝙣̃𝙚𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙘𝙪𝙖𝙧𝙩𝙤 /// 𝙀𝙫𝙖𝙣 𝙋𝙚𝙩𝙚𝙧𝙨♡Where stories live. Discover now