-¡no dejare siquiera que sus ojos se posen en ella!- grito lleno de furia mientras la sostenía
-vuelvan a mirarla con odio y yo mismo los rompere y partire con mis propias manos- sus ojos negros no vacilaron
sus ojos negros cual carbón se dirigieron a la mejilla de su hija, su pómulo rojo , empezando a colorarse de morado...
-esperaba mas de ti ¡eres su maldita madre!- grito lleno de furia
los pensamientos asesinos se disolvieron al sentir como su pequeña hija se aferraba a su pierna llorando.
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-¡papa ya llegué!- aviso una dulce vocecita, como el canto agudo de un pajarillo
aun sentado en el sofá abrio sus ojos con lentitud, observando a su pequeña florecilla posarse frente a el con una radiante sonrisa. Sus ojos se dirigieron hacia la mejilla regordeta para suspirar de alivio el ver como estaba sin ningun golpe o rasguño.
con solo verla sus recuerdos mas odiados se disolvían al verla junto a el...
esa sonrisa por la cual pagaria miles de millones solo por verla cada mañana, en cada desayuno, en las tardes en el jardin mientras la impulsaba en el columpio y en las noches cuando ella se sentaba solo a escucharle, a veces escuchandolo sobre algunos recuerdos suyos de joven o de temas que ni siquiera comprendia pero ella asentia mientras tenia un "bigote" de azucar en su labio superior. En conclusion, sin ella ya no era nada.
-Madara-sama- saludo un subordinado- Hinata-sama.
El Uchiha solo asintio mientras veia su hija sacar sus libretas mientras lo saludaba calidamente.
Hinata sin necesidad de ser ordenada, sacaba sus libros y comenzaba con sus deberes escolares... Madara seguia haciendo algunos papeleos mientras su hija estaba a su lado haciendo la tarea, una imagen tierna a decir verdad para el hombre que en estos momentos estaba ahi para cualquier orden necesaria.
-¡suelta mi mochila!- una voz masculina infantil llego a los oidos de Madara
Hinata enseguida se levanto para verlos pasar a la sala mientras que Madara se despedia de su amada calma. Dos jovenes pelinegros entraban peleando como diariamente, un chico de 10 años y otro de 12. Ambos tenian los ojos negros pero sus rasgos faciales son diferentes, como buenos Uchihas.
-Obito-nii, Shisui-nii- saludo Hinata con la mano en lo alto.
-oooh, pero si es Hime-chan- saludo Obito alzando su voz
-tks- gruño Madara
-buen dia a ti tambien, Tio Madara- saludo Shisui con burla mientras se sentaba al lado de Hinata
Obito se sento frente a la mesa donde estaba la tarea de Hinata y los papeles de Madara
-¿esta es tu tarea?- pregunto Obito levantando una hoja con una flor dibujada
