El domingo llego con rapidez, muy rapido para Shinichiro en realidad, se miro en el espejo una vez mas, estaba bien, no se notaban tanto las ojeras de no haber dormido mucho en los ultimos dias desde que se habia concretado la cita. Habia estado tan nervioso que hasta su familia lo habia notado, hasta se habian reído, igual que sus amigos. Revolvió una vez as su cabello, intentando darle un toque mas relajado a su apariencia.
¡pero es justificado! Queria que todo fuera perfecto para que ambos se divirtieran, ¡tenia que ser perfecto! Como ella habia dicho, no se conocían, sin embargo, para eso es esta cita, pasearian por el centro comercial, conociendose y tratando de hacerla reir en cada oportunidad que tuviera. Tomo la chaqueta negra de su cama colocandola rapido mientras bajaba las escaleras.
-¡me voy!- aviso corriendo hacia la salida
-¡cuidate!- pidio Kimi al verlo salir a velocidad, raro en el que no le gustaba esforzarse.
-¡hermano!- llamo Mikey pero fue demasiado tarde al llegar a la puerta.- ¡ya se fue!
-¿porque tanta prisa?- pregunto Mansaku mientras seguia leyendo el periódico del dia anterior.
-creo que iba a su cita- menciono Kimi terminando de limpiar la mesa pero pronto comenzo a toser, su garganta se sintio rasposa.
-Kimi, ve a descansar- ordeno Mansaku
-lo se, lo se- susurro con pesar dejando elnpedazo de tela. Mikey al verla que estaba por irse a su habitación, la tomo de su mano y la ayudo.- gracias, Cariño.
Mientras tanto Shinichiro manejaba su motocicleta, esquivando autos, rozando por muy poco a cada automovil, muchos de los autos que iban eran acercados, frenaban abruptamente al verlo pasar a su lado.
-voy tarde, voy tarde...- susurraba con prisa
Luego de otros roces de la muerte con los autos en movimiento, llego a el parque cerca de la escuela, era domingo, y entonces es normal que la gente este ese dia pasando tiempo juntos. Dejando su moto en una zona cercana, comenzo a barrer con su mirada toda la zona, muchas parejas tambien iban de un lado a otro, una que otra pareja de personas mayores no fue sorpresa. Niños jugando, mamás hablando de los chismes semanales.
-Shinichiro-san -oh, el llamado de los angeles paseo por su tímpano derecho.
-Hinata....- no habia palabras, ahí habia caido el soldado y lider de los black Dragon.
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-¡Naguevonada!- la lengua latina salio sin que Camelia si quiera lo pensara bien, un par de sirvientas que pasaban por la habitacion de Hinata, miraron confundidas- ¿hablas enserio Hina?
-Na...na ¿que?- susurro Hinata pero luego sacudio su cabeza, mas tarde preguntaria- s-si... yo... yo lo invite...
-¡bien hecho Hinata!- felicito Camelia.
-¡pero no se que hacer!- respondio asustada
Comenzando a caminar por alrededor de la habitación, caminando en circulos mientras que Camelia se sentaba a la orilla de la gran cama de la peliazul que parecia... empezar a entrar en pánico. No decia ni una palabra pero su rostro hablaba por si mismo. Es solo entonces que Camelia recordo a el cuarteto de celosos sobreprotectores detras de Hinata. Gracias a esas cuatro personas: Madara, Obito, Shisui y Qiu, es que Hinata no habia tenido una cita en su tan corta vida y peor aun, ahora es temida en su escuela.
