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Los primeros años de un cachorrito son fundamentales para su desarrollo físico, emocional y psicológico

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Los primeros años de un cachorrito son fundamentales para su desarrollo físico, emocional y psicológico. Durante estos primeros meses, los cambios que experimentará son espectaculares y resultaba muy emocionante para los padres presenciar estas etapas. Aunque todavia es muy pequeño, en estos primeros meses de vida comienza a forjarse su personalidad, empieza a desarrollarse su inteligencia y aparecen las primeras bases de su comportamiento, lo cual resultaba ser muy importante y mucho de esto dependía de la crianza que le fuera dada.

Kazuha y Chaewon daban lo mejor de si para educar a Eunchae de la mejor manera, que creciera siendo una niña muy feliz y bien portada, pero eso era algo que todavia no podian implementar, así que mientras tanto se ocupaban de enseñarle las cosas de acorde a su edad, y es por eso que cuando la pequeña Nakamura aprendía una cosa nueva sus progenitoras no cabían de la emoción, y pues como toda madre les encantaba presumirla.

La omega vio una gran oportunidad cuando su buena amiga fue a visitarla, llevando a su pequeña bebé de dos meses consigo, entonces era la ocasión perfecta para mostrarle a alguien lo que su pequeña había aprendido recientemente.

- Bebé, dale un besito a mami - la omega hizo un puchero que buscaba ser adorable, hablándole directamente a la cachorra que estaba sentada en sus piernas, se inclinó un poco para acercar su cara a la de la
pequeña.

Eunchae lo miró un rato, soltando risitas por lo graciosa que le parecía la mueca de su madre, pero como buena bebé hizo caso, dejando un baboso pero tierno beso sobre la nariz de su progenitora, no podía dejarla en ridículo en frente de la otra omega y su bebé.

"tienes una mancha en tu nariz, mami"

- ¡Oh que tierno! - Haerin, quien veía a Chaewon limpiar la baba dejada en su nariz, se notaba enternecida por la acción de la cachorro.

"Si si como sea"

Ese era el tipo de reacciones que a Chaewon le gustaba recibir sobre su cachorra así que orgullosa le regalo una sonrisa a la contraria, ya le llegaría el momento de presumir sobre su bebé, pero por ahora ambos eran la estrella del momento.

Eunchae no entendia porque su tia la miraba de esa forma, pero poco le importaba, era más interesante para ella mirar al bultito en sus brazos, si antes le parecia raro ahora más, es que habían estado allí por un rato y esa bebé casi no se había movido lo cual le traía mucha curiosidad a su pequeña y precoz mentecita, ¿será que siempre está durmiendo?

- Dile que me de uno a mi - pidió la otra omega, con ojos brillosos, empalagada por la ternura de la bebé gruñona.

- A ver, dame a Garamie para que puedas cargarla. - dijo Chaewon, extendiendo sus brazos para tomar a la otra cachorra, en cuanto Haerin tomaba a una enfurruñada Eunchae de las piernas de su madre.

"es en serio? ¿me estás cambiado por la bebé que no hace nada?"

Para expresar su rabia comenzó a patalear, dejando claro que la idea no le hacía nada de gracia, Haerin intentaba contenerla, no se daría por vencida, no entendía porque Eunchae la odiaba asi que quería cambiar eso, demostrarle a la bebé que podía ser una buena tia.

- Eun-Ah, no seas asi - regañó su madre aunque aun manteniendo la voz dulce que utilizaba para hablarle - Dale un besito a tia Haerinnie.

"No quiero! ¡Haerin no me gusta!"

Sus pequeñas patadas continuaban, resaltando la incomodidad de estar lejos de los brazos de su mami, pero en ese momento Haerin la acercó hacía su pecho de forma repentina, comenzando a sisear muy bajito, el sonido resultaba bastante relajante y los bebes no era susceptibles a este, por supuesto Eunchae no era la excepción dejando de patalear a los pocos segundos, esto conjunto a las feromonas maternales que había adquirido luego del parto lograron calmar a la pequeña mimada que por primera vez en sus meses de vida se dejó hacer por Haerin, casi ronroneando del gusto.

"qué? ¿por qué hueles a mami?"

Chaewon miraba sorprendida a su bebé, estaba realmente tranquila recostada en el pecho de Haerin, pero notablemente confundida, pasando su naricita al rededor y olfateandola.

- Vaya. has aprendido bastante en solo dos meses- felicitó la menor, sonriendole con empatia, orgullosa de su amiga, definitivamente sería una buena mamá.

Haerin asintió con orgullo, tomando una de las manitas de Eunchae para dejar pequeñas caricias en ellas.

- Pero creo que Garam tiene hambre - señaló divertida Chaewon, la pequeña cachorro se removia en su pecho buscando desesperadamente, alimentarse.

Una escena que a Eunchae no le gusto, sacandola inmediatamente de su mundo de paz.

"¿Que está haciendo esa cosa horrorosa?! ¡esa es mi leche! ¡mia!"

La bebé se mostró nuevamente indignada, ¿quién se creía Garam? Mostraba una fachada de bebé tranquila que no rompe ni un plato pero en la primera oportunidad intenta robarle su leche, no se podía confiar en nadie más. Molesta comenzó su lucha de balbuceos que pretendian ser reclamos y pataletas en búsqueda de volver a los brazos de su mamá

- Ma...Ma - balbuceó al borde del llanto.

- Oh, creo que se puso un poco celosa - comentó Haerin con gracia, no tenía ni siquiera tamaño para las acciones que realizaba.

Chaewon asintió, tomando con cuidado a la bebé hambrienta para devolverlo a los brazos de Haerin necesitaba tomar nuevamente a su pequeña terremoto, porque así como aprendía cosas buenas, también adquiría hábitos poco agradables, como morder por ejemplo, y tenía algo de miedo que alguien resultara herido, la otra vez tuvo que tomar a su cachorra con rapidez, el instinto materno de Haerin estaba muy a flor de piel y quien sabe como podía reaccionar ante el llanto de su bebé, mucho menos al causante de dicho llanto.

"Mi mami, mi leche"

"Mi mami, mi leche"

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──      𝗯𝗮𝗯𝘆 𝘁𝗵𝗼𝘂𝗴𝗵𝘁𝘀   ୨୧   summerz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora