CAPITULO 24

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Todos nos levantamos del suelo en donde estábamos cosechando para irnos a la habitación antes de que la lluvia comenzara. Del palacio salieron unos soldados y el emperador delante de ellos para quitarle el mosquete de las manos y así tirar un tiro al aire, nos asustamos todos del estruendo, él comenzó a gritar que "aún debemos trabajar el día no ha terminado". Cayendo las primeras gotas seguimos cosechando mientras él nos miraba bajo techo de su palacio a carcajadas. La tormenta comenzó a azotar aún más fuerte quedando todos empapados de agua y lodo resbaloso  que al llevar las bolsas llenas de algodón me resbale cayendo al suelo con mi túnica llena de lodo al igual que mi rostro unos esclavos me ayudaron a levantarme junto con las bolsas llegue caminando al establo donde estaban los caballos con las demás bolsas de algodón era el único momento en donde ya no me mojaba quedándome en la puerta de entrada ayudaba a los demás esclavos a entrar las bolsas y acomodarlas bien para que haya más espacio con un arduo trabajo lluvioso al fin terminamos pudimos irnos todos a la habitación donde nos toca dormir cuando llegue allí con un trozo grande de tela blanca y fina comencé a secar mi cabello a quitar mi túnica mojada bajo la sabana para secarme más en privado así nadie me puede mirar me quede pensando si la túnica para el día de mañana estará seca  por ser la única que tengo en el fondo de la habitación las esclavas murmuraban diciendo.

"El emperador es la peor, personas que he conocido en mi vida".

"Él se atreve a dejarnos a todos así empapados de agua y lodo".

No las culpaba por lo que decían, ya que era cierto, pero para eso estamos aquí por el trabajo y la comida que necesitamos para vivir, sin esto en la aldea no sobreviviremos jamás.
Ala mañana siguiente los soldados entraron junto con la madre del emperador, diciéndonos que "no habrá comida durante el día de hoy, son órdenes de mi hijo". Me miro y se marchó dejando apoyada la puerta, me senté en mi cama para palpar mi túnica y así revisar si aún estaba mojada antes de que me vean los soldados, así desnuda, húmeda y todo me la puse igual para salir de la habitación al palacio debía hablar con el emperador sobre esto cuando subía las escaleras los soldados me detuvieron para decirme.

Vete esclava, no debes de estar aquí.

Debo ver a su majestad, tengo que hablar algo muy importante con él -dijo Amy.

En estos momentos está muy ocupado y no creo que quiera hablar con una esclava como tú -responde el soldado.

Me di la vuelta dándoles la espalda a ambos diciéndome groserías cuando me marchaba no estaba segura de que el emperador esté muy ocupado así que decidí dar la vuelta e ir a la ventana en donde está la habitación de él sigilosamente camine por el césped hasta llegar y ver por la ventana que estaba gozando de una mañana muy agitada junto con su doncella los dos semidesnudos en el lecho desistí de hablar con él sabía que no iba a dejar lo que estaba haciendo para venir a hablar conmigo sobre algo que yo muy bien sé que no debo discutir me fue muy tranquila para acercarme en donde estaban sus padres desayunando.

Buenos días su majestad sé que no debo pedirle esto, pero tengo mucha hambre y quería saber si me podría dar usted algo de lo que está desayunando, por favor se lo pido -dijo Amy.

Espera retirada de aquí que terminemos y lo que quede te lo puedes llevar -responde la madre del emperador.  

Me quedé alejada sentada en el césped media hora viendo como disfrutaban de un buen desayuno que nunca he tenido el placer de degustar pasando los minutos se acercó el emperador junto a la doncella a saludarlos y desayunar juntos de tanto esperar comencé a quedarme dormida entre mis palmas de mis manos cuando cabecee ya no estaban ninguno de ellos solo una esclava recogiendo las cosas que estaban sobre la mesa me acerque muy apresurada, pero solo en el plato dejaron una galleta mordisqueada le quite la parte para solo comer la que estaba sana aun así no pude saciar mi hambre me enfade demasiado por los tratos que nos otorgan que aún más debía hablar con el emperador él en estos momentos no estaba ocupado, sino que estaba el su trono sentado apreciando la vista de su palacio al subir las escaleras los soldados otra vez me dijeron que "soy muy insistente". En cuando a las cosas qué deseo tener, pero el emperador levanto la mano haciendo seña de que podía pasar al palacio, los soldados se retiraron delante de mí dejándome el paso hasta llegar al emperador.

A que se debe tu visita hermosa esclava, de seguro no es lo que creo que estoy pensando -dijo el emperador.

Su majestad exijo que nos dé de comer, trabajamos mucho en las cosechas el día de ayer bajo lluvia y mucho lodo -dijo Amy.

Si por lo que veo aún traes esa túnica horrenda, humedecida porque no te la quitas para ponerte algo más cómodo y seco, darte una ducha agradable o podría ofrecerte un lecho muy caliente de más de 1500 grados junto conmigo capaz cambies las ideas que traes en tu cabecita de adolescente sin futuro -dijo el emperador.

Usted sabe su majestad que yo nunca haría una cosa como esa para satisfacer  una necesidad momentánea - dijo Amy.

Él solo me queda mirando deseando mi cuerpo, pero la doncella sale de su habitación acercándose señalando con su dedo desde lejos diciendo que "debería irme, no debo estar aquí, este es un lugar para personas decentes, no para puercos como tú". Quede muy avergonzada que salí corriendo del palacio, no quería entrar hay para que me humillaran de esa forma haciendo que pareciera débil ante ellos, sufriendo por esta libertad que nunca obtendré.

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