MALTRATO

CAPITULO 29

La doncella no dudó en darme una bofetada en el rostro solo por decir lo correcto, la quede mirando con muchas ganas de asesinarla, estoy muy cansada de ser su juguete diario solo para darles un beneficio y no obtener nada a cambio por mi esfuerzo cuando de en verdad quiero lograr algo para salir de esta esclavitud parase ser en vano cada una de las acciones qué logro hacer.

Ahora niña, debes de obedecer, acompáñame hasta el palacio, necesito que me ayudes con algo importante en mi habitación -dijo la doncella.

Me levanté del suelo para seguirla detrás de ella caminando el mismo suelo, las dos, solo que hay una diferencia, ella no toca la tierra con sus pies como yo lo hago diariamente tan delicados sin ningún rasguño. Subiendo las escaleras los soldados me detuvieron para revisarme cuando vieron que no traía nada me dejaron pasar la doncella, ya se estaba impacientando por los minutos perdidos que me apresuro a que caminara más rápido. Cuando llegamos a la habitación se quitó su vestido enfrente de mí, se paró delante de un espejo, me señalo que entrara a ayudarla, se desató el corset y comenzó a sentirse más relajada, me decía que "ya la estaba dejando sin respirar".

Ahora ve rápido, tráeme un corset limpio de mi closet, niña -dijo la doncella.

Sí, señora -dijo Amy.

Bien, pero no te quedes, hay parada, apresurarte, ayúdame a ponerlo -dijo la doncella.

Le ajusté demasiado el corset a propósito para que le doliera, comenzó a insultarme por lo que hice, pero a mí me trae mucha satisfacción, divertirme un poco, el emperador entra a la habitación justo cuando ya estaba terminando de arreglarla desde la puerta me dice "que me retire". A la doncella parece no importarle mucho mi ayuda, así que solo obedecí al llegar a la puerta e intentar abrir el emperador pone su mano junto a la mía tocando con su otra mano mi silueta.

Solo quise sentir otra, vez tu aroma a jovencita -dijo el emperador.

Él se marcha acercándose a su esposa, me retire de la habitación, mire para la cocina, las esclavas estaban muy alteradas correteando de un lado al otro, me asome a la puerta. Justo cuando ellas se acercaban, me dieron unas bandejas para llevar a la mesa del palacio, me gritaron "apresúrate". Que estamos muy tarde yo no entendía que era lo que estaba ocurriendo, así que solo les seguí la corriente. Deje sobre la mesa cada una de las cosas que estaban encima de la bandeja, banquetes exquisitos que para una esclava como yo nunca se ven estas cosas. El emperador llega junto con la doncella para sentarse en sus sillas, prueba cada uno de los platillos, pero al parecer ninguno le apetece. Levantándose de la mesa exige a las esclavas que le traiga algo que si se pueda disgustar, ellas muy avergonzadas retirar cada uno de los platillos dirigiéndose a la cocina con lágrimas en sus ojos. Decidí ayudarlas a cocinar un platillo diferente que quisa les pueda gustar.

Pero el amigo del emperador no tarda en llegar que aremos a partir de ahora -dijo la esclava.

Podemos hacer este pavo -dijo Amy.

Eso nos llevaría mucho tiempo, no puede esperar demasiado porque se disgustara con nosotras, no quiero morir -responde la esclava.

No se preocupen, nadie va a morir, confíen en mí, las ayudaré a que esto nos salga bien y antes de que llegue el amigo de nuestro majestad -dijo Amy.

Pasaron las horas, pero el emperador ahora sí tiene el banquete que estuvo esperando justo a tiempo antes de la llegada de su amigo. Ambos cuando terminan su cena salen afuera del palacio para repartir a las esclavas que el emperador vendió a su amigo estuvieron discutiendo por mucho tiempo en querer comprarme a mí el emperador a muerte no dejo que me llevaran aun así salí del palacio cuando llegue a los arbustos rompí algunas ramas para mirar el pueblo abandonado después de la invasión del emperador dejándonos sin nada las ideas surgen en mi mente queriendo escapar de aquí necesito estar en los brazos de mi padre otro vez sentirme llena de amor de tanto vacío que llevo dentro de mi ser todos los días con miedo a que puede pasar las noches largas llenas de pensamientos negativos y depresivos a querer cortarme las venas para terminar con esta tortura, pero mi padre me necesita ahora más que nunca debo seguir resistiendo para tener la victoria algún día solo espero que esto sea algo temporal, pero no eterno mis pensamientos y mis miedos nublan mi mente cuando estoy en mis momentos de lucha muy sola sin nadie que pueda protegerme pelean con una bestia muy grande de dos metros con una fuerza imparable que nadie puede frenar. Debía regresar a mi habitación a estas horas el emperador manda a una de las esclavas del palacio a traernos algo de comer antes de llegar, pase por el río para recoger algo de agua para beber, después de mi cena, primero la pase por un trozo de tela así me quedará más limpia sin ninguna suciedad indeseable solo alcance a tener una taza al llegar a la habitación nuestra comida ya estaba servida sobre nuestras camas de alfalfa era todo el banquete rechazado por el emperador nuestra cena será maravillosa comeremos como reinas.

Ay rayos -dijo Amy.

¿Qué te sucede? Amy -dijo una esclava.

Nada solo que manche mi túnica con un poco de sangre -dijo Amy.

Entiendo no debes de mostrarme nada ni tampoco decírmelo, ve a limpiarte lo antes posible para poder quitar la mancha más rápido, yo cuidare de tu cena -dijo la esclava.

Muchas gracias en un momento estoy devuelta -dijo Amy.

Salí de mi habitación para ir al río a lavarme mi entre pierna, mi túnica se notaba muy manchada, casi no se podía quitar, fregué muchas veces que me vinieron recuerdos cuando niña lavando toda la ropa de los soldados e incluso la del emperador.