La Diosa Está Obsesionada Conmigo (Finalizado/Por Corregir)

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Capítulo 4

Desgraciadamente, parece que me he metido en una locura.

"¿Qué pasa? Es vergonzoso cuando me miras así".

Lo dije así, pero ella se limitó a sonreír y a mirarme sin ningún cambio de expresión.

La subyugación de Mir estaba de alguna manera resuelta, pero personalmente, yo estaba atrapado en un problema mayor que ese.

"Harold..."

Paulo se acaricia la nuca con expresión inquieta, como si estuviera en apuros.

Parece que tiene algo que quiere decir, pero no se le ocurre una palabra apropiada, así que no para de abrir y cerrar la boca.

Lo sé... Ahora, la situación es una locura...

Mir, El Devorador de la Oscuridad... Un dragón que había vivido desde tiempos remotos y una vez cubrió el cielo como una criatura masiva, ahora se había transformado en una mujer de menor estatura que yo.

Tras transformarse en humana, dijo que se había enamorado de mí, y que me convertiría en su caballero negro, y me ha estado siguiendo desde entonces.

Mir, que finalmente me siguió hasta la sala del gremio, se sienta a mi lado y repite las aburridas frases hasta el punto de que me canso.

"¿Por qué rechazas mi oferta? Si me sirves, toda la magia prohibida y la oscuridad de este mundo te concederán fuerza".

Además, la gente que se ha reunido a mi alrededor está ansiosa por entregarme esta bomba.

Sin duda, ella es una vieja dragón.... Era una existencia peligrosa que podía aplastar fácilmente incluso una fugaz vida humana cuando se le ocurría un capricho.

Si existiera la posibilidad de traspasar una existencia tan peligrosa a otra persona, lo más sensato sería persuadirla lo mejor que pudiera y evitar involucrarse más. Yo habría tomado la misma decisión.

"¿Por qué yo en primer lugar...?"

"¿Por qué tengo que repetirlo tantas veces? ¿Cuántas veces te he dicho que me enamoré de tu formidable poder desde el momento en que te vi?".

Intenté transmitirle mi desaprobación de alguna manera, pero no pareció darse cuenta. Como dragón con forma humana, carecía de la comprensión de las señales y normas sociales.

Sin embargo, no podía expresar mi desaprobación sin rodeos porque ni siquiera podía imaginar la clase de problemas a los que me enfrentaría si la rechazara de plano.

"¿Qué te parece, Harold? Si eres tú, creo que estará bien. Parece que le has caído bien y no ha dado muestras de hostilidad".

A continuación, el impaciente jefe de la expedición intenta entregarme todo con una línea clara.

"......"

Después de eso, cerré la boca con fuerza y me pasé la mano por el pelo con frustración.

Para ser sincero, yo tampoco quería tenerla nunca a mi lado.

Tengo bastantes razones, pero la mayor es que la diosa a la que sirvo...

("Harold... en nuestros santuarios las citas están prohibidas. No lo permitiré. Es natural tener una relación pero no se te permite ni siquiera tener s*xo o relación con una mujer, así que tenlo siempre presente").

Incluso ahora, me viene a la mente la imagen de la diosa que podría estar esperándome ansiosamente en el templo.

Por supuesto, tener una relación romántica con una mujer es algo normal, pero incluso el hecho de que yo conozca a una mujer la pone celosa.