109

38 3 0
                                    

Lady Abne, sin dudarlo, desvela un secreto que sólo deberían conocer Yuriel y sus padres, apuntando a su vulnerabilidad oculta.

"L...?"

Yuriel, demasiado aturdida y sorprendida por la inesperada revelación, ladea la cabeza como si hubiera oído mal.

"Yuriel... en realidad, Harold y tú no compartís la misma sangre, ¿verdad? Si no, no sería posible que tuvierais una naturaleza tan disímil".

Yuriel, que no conoce la verdadera identidad del ser que tiene delante, recién conocido, pero parecía intuir algo... que esa figura parecida a una deidad podía ver a través de su verdad.

"Esa naturaleza de la que hablas... ¿es algo que sólo tú puedes leer, algo especial?".

A pesar de sentirse abrumada por una nueva sensación de confusión, Yuriel intenta mantener la compostura en la superficie.

"Podría decirse que... Al fin y al cabo, en este mundo soy lo que llaman una deidad".

Lady Abne asiente con confianza en respuesta a la pregunta de Yuriel.

"Cada persona tiene su propia naturaleza interior distintiva... pero suele haber cierto parecido con sus padres... igual que los hijos heredan la personalidad o el aspecto de sus padres. Así, los hermanos unidos por la sangre suelen tener vibraciones similares".

Lady Abne profundiza en esto para dar credibilidad a su próxima explicación.

"Pero Harold y tú sois demasiado diferentes...".

A continuación, examina a Yuriel como un detective que interroga a un sospechoso.

"Eek..."

Yuriel, intimidada por la mirada penetrante que aún podría estar viendo dentro de su verdad, deja escapar un leve gemido.

"Por mucho que mire, Harold y tú tenéis naturalezas completamente distintas, lo que significa que no estáis emparentados por sangre... Sin embargo, Harold te llama su hermana... ¿Podría ser...?"

En ese momento, un sudor frío comienza a correr por la frente de Yuriel, manifestación de su extrema tensión.

"Probablemente Harold no sepa... que no sois realmente hermanos de sangre".

La aguda deducción de Lady Abne hace temblar incluso los hombros de Yuriel. Frustrada pero incapaz de negar la verdad, Yuriel aprieta los dientes y sólo intercambia miradas con Lady Abne, aparentemente incapaz de ofrecer ninguna refutación.

"No hace falta que parezcas tan preocupada, Yuriel. No pretendo disgustarte. Sólo tengo una propuesta que hacerte", dice Lady Abne, tratando de calmar a Yuriel con una mirada amable, indicando que no es una adversaria.

"¿Una propuesta...?" Yuriel muestra interés, pero está visiblemente ansiosa por lo que pueda suponer.

Al percibir la intrigada pero inquieta actitud de Yuriel, Lady Abne sonríe débilmente y continúa.

"Yuriel, ves a Harold como algo más que un hermano, ¿verdad?".

El rostro de Yuriel se contorsiona de asombro ante este segundo golpe directo.

"A juzgar por tu reacción, mi suposición es correcta. Ves a tu hermano con otros ojos pero has estado ocultando la verdad debido a lo incómodo de la situación... ¿estoy en lo cierto?". Lady Abne observa mientras las colas de Yuriel comienzan a temblar inquietas, señal de que sus sentimientos han sido leídos con precisión.

"Por lo tanto, tengo una sugerencia para ti. Te ayudaré a unirte a tu hermano y, a cambio, si lo consigues, me ayudarás a mí".

Los ojos de Yuriel se abren de par en par con incredulidad, sintiendo una mezcla de disgusto y una innegable tentación ante la oferta.

La Diosa Está Obsesionada Conmigo (Finalizado/Por Corregir)Where stories live. Discover now