La Diosa Está Obsesionada Conmigo (Finalizado/Por Corregir)

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"Hey, ¿nuevo?"

Mientras trabajo diligentemente en la empresa para ganarme la vida, mi jefe de departamento me llama.

"¿El trabajo es manejable? ¿No demasiado duro?"

Trata de aligerar sus palabras, iniciando cautelosamente la conversación. Su actitud no es sólo acogedora, casi parece temerosa.

"Sí... Estoy bastante satisfecho con el ambiente de trabajo".

Me pregunto si se da cuenta de con quién estoy relacionado... Tal vez es su conocimiento de alguien más arriba que provoca un tratamiento tan cauteloso.

"Me alegro de oírlo. Pero eres nuevo, así que tómate tu tiempo para adaptarte. Si algo te agobia, házmelo saber, ¿de acuerdo?"

Casi parecía que yo estuviera en una posición más alta que él, una sensación extraña, como si fuera algo más que el empleado más nuevo a los ojos de mis superiores.

"Gracias, tú también trabajas duro..."

Mis palabras tienen múltiples significados... ¿Me ha entendido?

Sinceramente, a pesar de mi posición relativamente afortunada, sigo expresando empatía, comprendiendo que ambos sufrimos involuntariamente circunstancias similares.

"Cuídate..."

Su breve respuesta transmite una mezcla de emociones. Al verle alejarse, no puedo evitar sentir una punzada de lástima.

"Ah, ahí está".

En cuanto se da la vuelta, una voz escalofriante llega a mis oídos.

Miru me ve y parece feliz, pero el jefe de departamento se estremece visiblemente.

¿Qué tipo de trauma debe haber sufrido para reaccionar con tanto miedo con sólo oír su voz? ¿Qué se habrá dicho en mi ausencia?

Miru... manipuló la realidad, y ahora es la dueña de la empresa para la que trabajo.

"¿Cómo va la vida en la empresa? ¿Te adaptas bien?"

Nada más llegar, la joven, apenas adulta, me agarra la mano, preocupada.

"Muy satisfactoria..."

Fuerzo una sonrisa, intentando desesperadamente asegurarle que todo va bien, para no levantar sospechas.

"¿Hay algo con lo que no estés satisfecha? Como, digamos... ¿acoso por parte de un superior?".

Lanza una mirada de reproche hacia un hombre invisible, aparentemente dispuesto a causar daño a una persona inocente. ¡"?! "

El jefe de departamento me mira con una expresión llena de intenso nerviosismo, sudando profusamente, y se pone en posición de firmes con una mirada suplicante en los ojos. Es como si me suplicara que le salvara de esta crisis, un veterano con décadas de experiencia mirándome con tanta desesperación.

"¡No...! En absoluto. Es un jefe muy bueno, ¡y estoy muy satisfecho con mi vida laboral...!".

"Hmm..."

Defiendo la situación con todo lo que tengo, y a pesar de su mirada suspicaz...

"De acuerdo, si tú lo dices. Entonces está bien".

Finalmente, asiente con la cabeza, y siento que he conseguido salvarle el puesto a mi jefe de departamento.

"Y ahora, ven conmigo un rato. Has trabajado mucho, así que te mereces un descanso, ¿no crees?".

Sin esperar mi opinión, me lleva de la mano a otro lugar.

"Hmm~ Este lugar debería estar bien. Nadie vendrá aquí, así que relájate, está bien".