17- Príncipe Azul

425 50 9
                                    

Su mayor sueño, desde pequeña, era ser una marine. Admiraba a su padre demasiado por su trabajo, que cuando fuese grande quería ser como él. Sobre todo quería demostrarle a su hermano mayor, a su tío y a varios de sus compañeros de escuela, que a pesar de que era una mujer, podía cumplir todas sus metas.

No importaba lo difícil que fuese, su orgullo le daría un empujón cada vez que se quedase estancada.

Pero, nunca fue fácil. Una vez pudo comenzar a trabajar como marine, sus compañeros eran una mierda con ella.

Los comentarios machistas eran como su café de mañana, nunca faltaban. Y poco a poco se estaba cansando.

--Las mujeres siempre la tienen fácil, mira a ésta tipa, solo tiene que imprimir documentos y tal.-- Se quejó uno de los marines, hablando en voz baja con otro de sus compañeros.

Aunque no estaba siendo muy silencioso y aquello claramente incomodaba a la joven novata.

--¿Y tú que haces todo el día, don nadie?

Un hombre alto y con un cuerpo musculoso, con cabellos blancos y dos puros en su boca. Su aura era indimidante y aquellos marines palidecieron tanto que parecían fantasmas.

Y esa fue la primera vez que le vio.

Era como un caballero. Le ayudaba un poco en guiarse por el trabajo, a veces parecía que era como su asistente. Pasar tanto el tiempo con ese atractivo hombre había provocado que unos sentimientos raros se fuesen formando en el corazón de la peli-(c/c).

Estaba enamorada. Ilusionada por los buenos tratos de ese hombre perfecto. Era tan amable y gentil, era un total caballero.

Y notaba como él actuaba cada vez más extraño con ella, no en una mala forma, era más como si estuviese atraído a ella.

O tal vez lo estaba pensando de más.

--(T/N), eres una maravillosa chica, eres tan trabajadora y sigues adelante sin importar lo que los demás digan...-- Hablaba Smoker, acercándose cada vez más y más a la fémina, poniéndole nerviosa. --Eres tan diferente a las demás chicas. Eres admirable.

--S-Smoker...

Le estaba sonrojando, o tal vez era la cálida mano del peliblanco sobre su mejilla.

Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en nada más, sintiendo los labios del mayor sobre los suyos.

Smoker era su príncipe azul. Y ella jamás había esperado a ningún príncipe que le hiciese feliz, pero se estaba entregando completamente a él.

Le había entregado su cuerpo, en la habitación del hombre, quién le hacía suya.

Estaba ciegamente enamorada.

Ese fue su error.

(...)

Antes De Ti (Shanks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora