Epílogo

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Esa noche había cerrado su libro, terminando esa etapa de su vida. Y esa mañana, la cálida mano de su amante tomaba su pluma y se preparaba para escribir una nueva historia.

Los rayos del sol bañaban su rostro de colores cálidos, obligándole a fruncir su ceño y esconder su cara en el pecho del hombre a su lado. Sentía su mirada en su cuerpo, pues él ya se encontraba despierto.

--Buenos días, mi amor...-- Profunda sonaba su voz, diría que se había despertado hace menos de quince minutos.

--Buenos días... cariño.-- Arqueó su espalda para estirarse, dejando salir un pequeño quejido de sus labios.

El día de ayer todavía navegaba en sus mentes, recordando las promesas que les mantenían juntos. Por el cansancio no hicieron nada más que dormir al llegar al hotel, aunque ahora que recuperaron sus energías el amor estaba a punto de comenzar.

Shanks acercó sus cuerpos, tenía esa necesidad de encerrarse profundamente en ella, en ser uno con ella. Y no de forma sexual, solo quería unir su alma con la contraria y atar sus vidas para siempre. Sentía una conexión con ella que era tan intensa cómo las olas del mar.

Rodeó la cintura de la mujer con sus musculosos brazos mientras dejaba cálidos besos en su hombro, disfrutando la temperatura de su suave piel, escuchando cómo su respiración se elevaba y su cuerpo reaccionaba a su tacto.

--No tienes idea de cómo me haces sentir...-- Murmuró él y se colocó encima de ella, apoyándose con sus brazos. Le gustaba verla tan sumisa y se sorprendía de que ella no tratase de tomar el control de la situación.

Suponía que (T/N) también tenía su lado sumiso.

Pero, ella simplemente estaba apreciando la vista que tenía desde su posición.

Su ahora esposo le veía tratando de actuar dominante con esa cara de ternura que tenía, con sus musculosos brazos evitando su escape y su pecho descubierto frente a ella. Era cómo una de las maravillas del mundo.

El pelirrojo le regaló una sonrisa coqueta antes de bajar su rostro a su pecho, pasando su lengua por sus pezones arrebatandole un gemido.

--¿Estás jugando conmigo, Shanks?-- Preguntó entre balbuceos ella, sonriendo gozosa ante el placer que le daba su amado. Enredaba sus dedos entre los rojizos mechones del varón.

Le escuchó reír aunque no contestó, sus manos se posaron en las caderas de la chica y continuó jugando con sus sensibles botones. En desesperación, ella movía sus caderas para sentir el bulto en los pantalones de pijama del pelirrojo.

--Alguien está un poco emocionada.-- Un intenso rubor se tinto en las mejillas de la peli-(c/c), quién se tensó aún más al sentir los labios de su esposo bajar por su abdomen dejando varios besos hasta su vientre, acercándose peligrosamente a su entrepierna.

Una extraña sensación se formaba en su estómago mientras él se acercaba peligrosamente a su zona íntima, tragó saliva y sintió la respiración del varón entre sus labios.

Su cuerpo buscaba el toque del varón y éste al notar la desesperación ajena no pudo evitar sonreír, besando el muslo interior de su mujer para luego deslizar su lengua en los interiores de la fémina.

Era un experto en el sexo oral. Y los gemidos de la contraria lo confirmaban.

--S-Shanks...-- Llamó ella entre balbuceos, tirando con suavidad de los cabellos rojizos del hombre.

Le obligó a verle a los ojos, él sintió su cuerpo encenderse todavía más al ver los ojos (c/o) mirarle de una forma tan sumisa y vulnerable.

Tenía que hacerla suya. Y aunque ya lo hubiera hecho antes, no se cansaría de hacerlo una vez más, y de nuevo. Lo haría millones de veces.

Antes De Ti (Shanks x Lectora)Where stories live. Discover now