Minsung
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¿Cómo sería juntar la felicidad con tristeza?
Han Jisung, representado como la felicidad, alegraba a cualquiera que se le cruzaba, aunque este pase por un momento increíblemente difícil, Jisung siempre lograba sacarles una sonr...
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¿Que se supone que debo de hacer? ¡Tengo el departamento hecho un desastre!
Jisung pensaba algo estresado mientras veía su pequeño departamento con la cama destendida, unas cuantas envolturas de basura y un sinfín de cosas más que hacían su departamento ver mal, extrañaba tanto su vida en la tierra que la noche anterior la pasó comiendo botanas que hace demasiado tiempo no había probado. Ahora, él estaba limpiando su propio desastre, ya que no faltaba mucho para que alguien toque el timbre, ya eran las 12:00 p.m., se suponía que la vista llegaría alrededor de las 2:00 p.m. o 1:30 p.m.
Han tenia poco tiempo para limpiar, pero buena suerte de que su departamento sea algo pequeño, así que rápidamente comenzó a limpiar y tender su cama, en poco tiempo ya estaba el suelo limpio y su cama tendida, solo faltaba su baño... Pasaron uno... dos... tres minutos, él aún estaba pasando por cuarta vez el trapo en el mostrador de el lavabo, ya se veía reluciente y brillante, ¿qué más buscaba? Bueno, el trabajo de Han para limpiar su departamento fue tan rapido, que para las 1:50 p.m. había terminado casi de limpiar el lugar, hasta que, justamente a las 2:03 p.m. su timbre sonó.
¡Espera! ¿Me veo decente?
Se preguntaba una y otra vez el chico mirando la puerta principal, su propia burbuja estaba atormentando sus pensamientos, esta explotó cuando el timbre sonó de nuevo.
¡Ah, cierto!
Abrió la puerta, y del otro lado estaba Minho con una cara neutral, llevaba algo normal, simplemente unos jeans y una sudadera que cubría sus brazos y llegaba hasta su cintura, era de color azul palo y tenía un peinado bastante lindo en el, junto a un ligero toque de maquillaje con un rubor en sus mejillas, gloss y brillo. Le quedaba muy bien y Han sabía eso, no se veía como el chico de hace cinco años con ojeras más grandes que sus propios ojos, un cabello desordenado y sus prendas completamente negras sin una luz propia que lo hacía resaltar, solo parecía alguien más en la multitud, y eso, había cambiado, al menos un poco.
—Eh... ¿Peter?— Preguntó Minho cuando vio la mirada perdida del contrario.
—¡Ah! Si, si, pasa.— Se aparto haciéndose a un lado para que el chico pueda pasar, ya que Minho paso, el cerro la puerta y miro a Minho, sonriéndole a su vez.
—Oh, wow, tienes un apartamento muy lindo.— Desvío la mirada, viendo su departamento completo y al final, la ventana grande que había.— Y una vista bastante hermosa.
—¿Si? Eso creo, remodele este lugar hace poco, me gusto el resultado.
—Tienes buenos gustos, te quedó muy bien.— Sonrió volviendo a dirigir la vista a él chico nuevamente.— Me quería ver un poco bien, solo que creo que no me salió... Nunca me arregle así, no soy de arreglarme.
