Astapor- capitulo 7

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Ya había pasado un mes desde que Takemichi y su gente habían dejado Vais Dothraki, ahora se encontraban en la entrada de una imponente ciudad, después de tanto tiempo por fin lograron llegar hasta Astapor, la ciudad tenia murallas que lo cubrían, además que se notaba lo ostentosa de esta, pues al entrar había oro y los amos de los esclavos caminaban por los mercados del lugar siendo seguidos por algunas de sus "pertenencias", rápidamente Takemichi noto las deplorables condiciones en las que estaban, pero simplemente siguió su camino. Gracias a Sanzu consiguió una cita con el amo que estaba vendiendo a un gran ejercito al mejor postor, se trataba de un hombre dueño de los Inmaculados, esclavos educados en el arte de la guerra y pelea, especializados en pelea cuerpo a cuerpo y el uso de venenos en sus armas, ellos eran al rededor de 15.000 hombres, así que Takemichi no perdería esa oportunidad, entro a la ciudad sin causar alboroto, siendo acompañado solo por los Haitani y Sanzu, pues los demás se quedaron en el pequeño campamento afuera de la ciudad, ya que no deseaban llamar la atención, decidieron estar alejados, ahora los cuatro caminaban y llegaron a una gran mansión, donde en la entrada los esperaba un joven, era delgado y pequeño, tenia el cabello castaño y los ojos de color café, vestía un delicado vestido de color crema y en su cuello estaba un grillete,  el se presento a ellos.

- Ustedes deben ser los invitados que mi amo menciono, mi nombre es Yamamoto Takuya, soy sirviente y traductor de mi amo, síganme por favor...

Los cuatro asintieron y siguieron al joven, quien los condujo dentro del lugar, finalmente llegaron a una terraza, la cual tenia en medio dos grandes sillones y en medio una mesa, repleta de delicias y vino, en uno de los sillones se encontraba un hombre de unos 50 años, era calvo y vestía una túnica pulcra y de colores delicados, en sus manos y cuello se encontraban joyas de oro puro, el chico se puso a su lado, mientras que detrás de ellos habían dos esclavos que solo tenían pantalones blancos, los cuales estaban muy viejos y sucios, también se veían heridas en sus cuerpos, a los lados de la puerta se encontraban dos guardias, los cuales estaban parados firmemente sin hacer movimiento alguno.

- Usted debe ser de quien lord Sanzu hablo, sientes por favor... Hanagaki Takemichi...- cuando Takuya tradujo lo dicho por el hombre, los tres acompañantes de Takemichi se sorprendieron, pues ahora estaban usando grandes capas que les cubrían el rostro y cabello, sin embardo aquel hombre sabia ya sus nombres, pero Takemichi continuo sereno y simplemente se quito la capa, sentándose de manera decidida frente al hombre- Usted es tan hermoso como todos dicen, las noticias de que el ultimo Hanagaki es buscado por el actual rey Manjiro Sano, se esparcieron rápidamente por el mundo, ya todos lo saben 

- Usted es tan hermoso como todos dicen, las noticias de que el ultimo Hanagaki es buscado por el actual rey Manjiro Sano, se esparcieron rápidamente por el mundo, ya todos lo saben 

- Ya veo... que hará entonces, por que supongo que usted sabe por que vine hasta aquí?

- El pregunta que hará mi señor, por que usted sabe por lo que el vino

- Dile a este mendigo que el rey ha ofrecido títulos y oro a quien le de informacion de el, me pregunto que me dará si le entrego a esta perra, que me puede ofrecer el - aquel hombre miro de manera burlona a Takemichi, este frunció su seño pero no dijo nada, la lengua en la que hablaban era Valirio, así que los demás no entendían lo que ellos decían-  vamos tradúcelo

- Mi señor me dice que el rey a ofrecido oro y títulos a quien le entregue informacion suya, como usted no puede ofrecerle nada el lo entregara a la casa Sano...- Takuya estaba un poco triste y también molesto con aquel repulsivo hombre, pero no podía hacer nada pues seria castigado de hacer algo que lo molestara.

- Yo puedo darle a él, lo que nadie mas podría darle...

Takuya lo miro atento pero le tradujo ello a su amo, el sin embargo comenzó a reír fuertemente, pues en su mente el pensamiento de que Takemichi se prostituía ante el no le dejaba de dar vueltas, pero se cayo una vez el otro pronuncio una palabra.

AHORA SOY EL PROTAGONISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora