sobre ti

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Qué fugaces fuimos.

En tu mirada nunca encontré nada claro, nada que me dijera que era seguro. Muchas señales, en negación.

Y pensar que cuando lo fuimos todo nadie dijo una palabra de que era así, tú lo sabías, yo lo sabía, la gente lo sabía, no sé por qué se fue tan rápido, ni que pasó, pero pasó todo. Ya los demás lo olvidaron, yo no lo olvido, aunque pretendo que sí, se que tú también.

Hay días en los que no me acuerdo de ti, ni de tus risas, ni de tus gustos, ni de tus palabras. Hay otros, como hoy, en los que eres un recuerdo lejano, como un sueño, pero ya estoy despierto, no es real. Que mentira. Luego están los otros días, los que no soy yo mismo, en los que me acuerdo de conversaciones exactas, de fechas, de colores, de sentimientos que no son míos, que no fueron reales, pero es lindo recordarlo así, porque ya no duele, porque es más fácil no sentir.

A veces me molesto, solo por un segundo, por el hecho de que lo ignoras todo, como si solo fuéramos conocidos, como si yo fuera cualquier otra persona, y luego recuerdo que fui yo el que empezó a hacer eso, tal vez a ti te molestó cuando lo hice, pero era mejor que nada. ¿Raro, no? Que dos personas se conozcan tanto el uno al otro y que actúen como extraños. La vida es extraña, así lo decidimos.

Pero me alegro. Me alegro de haber sido tuyo, de poder tener recuerdos a los que volver contigo, me alegro porque son una parte de mí que no quitaría por nada. Y si algún día todo dejó de ser tan complejo no me di cuenta, nunca lo supe, pero gracias, por los pequeños momentos, que nunca dije que fueron importantes, pero ahora lo digo, porque puede que mi inconsciente los haya cambiado pero me da igual porque es lo que yo recuerdo y es con lo que voy a vivir.

Yo siempre lo supe, porque sí que lo supe, pero soy ciego y tú eres esencia de vainilla.

Donde quiera que estés, no pienses en mí, yo tampoco pensaré en ti.

El Cuaderno De NotasWhere stories live. Discover now