Capítulo 24: Quédate

238 29 6
                                    

Y allí se quedaron por lo que parecieron horas, hablando de nada en particular. Hope intentó hacer olvidar por un segundo lo que había pasado antes. Sin embargo, había algo que aún tenia en mente. Josie mencionó que todo lo que ocurrió con su bebé, fue el día de su cumpleaños.

Se detuvo a pensar un segundo y la vio a los ojos con curiosidad.

—así que... ayer fue tu cumpleaños. Por eso llorabas. —concluyó en voz baja. No quería alterar a la castaña haciéndola recordar aquello, pero tampoco podía dejar de hacer conclusiones.

Josie asintió.

—para algunas cosas eres bastante lenta, para otras no. —rio por primera vez desde que la ojiazul llegó.

—a veces es mejor ser lenta. —alzó sus cejas divertida. La sonrisa de Josie creció más.

—por supuesto que si.

Josie si miró las manos, sintiéndose cohibida de repente.

—¿no hemos hablado verdad?

Hope intentó hacer contacto visual con la castaña.

—no es necesario ya.

La castaña levantó la mirada inmediatamente, viéndola con ojos entrecerrados.

—pero-

—te has abierto a mi. Me has demostrado con ello que soy alguien importante para ti. —esta vez fue su turno de verse las manos sobre su regazo. —y la verdad, en un principio dudé de lo que estábamos formando. No lo sé, supongo que fue demasiado fácil. —rio.

Josie tomó las manos de la ojiazul, haciendo que la otra levantara la vista.

—no quería perderte. Quiero decir, me hacías sentir bien y no sabía cuanto iba a durar aquello. No sabia si al día siguiente ibas a seguir interesada en mi.

—entonces querías asegurarte de que me quedara contigo. —terminó Hope por ella. Josie asintió con la mirada baja. —¿si sabes que pudimos ser amigas?

—no querías ser mi amiga. —miró a Hope con ojos de obviedad.

—no, pero tampoco quería apartarme de ti. Habría aceptado cualquier cosa que me dieras, Jo. —si, estaba siendo conformista, pero era la verdad. —cuando te conocí, quise estar acompañada, a pesar de que me gusta estar sola.

Josie hizo un sonido nasal.

—y yo, no quise ver a nadie más desde que te conocí, a pesar de que me he sentido sola y siempre he querido estar acompañada. Sea quien sea.

—¿ya ves? Ambas nos necesitamos.

—pero te herí, Hope.

—tuve tiempo de echarme para atrás, aunque no lo creas. Vi todas tus red flags. —rio Hope.

—y aún así te quedaste.

—¿soy masoquista?

—probablemente. —ambas rieron. —me alegro de que tu hermana te haya convencido de venir.

—si... —Hope se rascó la nuca. —en realidad fue su futuro el que me preocupó. No quería verla vendiendo chimichangas en algún callejón.

—si, lo siento. Fue la única excusa/amenaza que se me ocurrió en el momento. —rio Josie.

—¿tienes hambre? —preguntó Hope de súbito.

—ya desayuné, pero gracias.

—aún falta el almuerzo, Jo. Te llevaré a un buen lugar. —levantó las cejas. Josie la miró con sospecha.

Mi luna de medianoche ~ HOSIEWo Geschichten leben. Entdecke jetzt