CIGARRILLOS

REHABILITACIÓN

Era la hora de cerrar la tienda, solo habian pasado dos horas desde que ese cliente extraño lo escuchara hablar con el director de la universidad por asunto de dinero, se quedaba sin, y no podía seguir pagando los materiales que necesitaba para estudiar. Entonces ¿con qué pagará?

Todo este estrés y ansiedad lo carcomíam cada dos por tres todos los días, no era un drogadicto y tampoco bebía mucho, sus problemas los soportaba gracias al tabaco.
Hace poco comenzó con una obsesión a fumar terrible y desde hace días se propuso ir a rehabilitación para poder dejarlo ya. Ya lo consumían los pensamientos suicidas y su enfermedad, no necesitaba el tabaco.

Justo después del cierre de la tienda llega la hora de rehabilitación que está a unos pasos de Jiraya's, ーque era así como se llamaba la tiendaー en ese aspecto, todo le iba bien. Ahora, tendrá que saber si será al 100%.

- Mi primer día.. Siempre pensé que mi última rehabilitación sería la del accidente. - Pensó mientras suspiraba adentrandose al edificio.

Se encontró con muchos hombres y mujeres sentados en un circulo, todas las sillas llenas menos una.
Se acercó para sentarse pero en el momento en que lo hizo, una mano le toco el hombro fuertemente.

- Esta es mi silla. Oh. Si eres tú.

Sorpresa la que se llevó al percatarse de que era aquel cliente ladrón.

- Ho-hola. - Inclinó su cabeza a modo de saludo.

- Quédatela.

Se alejó de él trayendo otra silla y sentandose junto a él. Eso le incomodaba bastante, aquel extraño no lo conocía de nada y ya lo trataba como amigo (aun que si es cierto que lo habia llamado "teme").

- ¿Todos ya? Bien, comencemos.

🚬

A la salida, se escabulló entre la gente para ir detrás del edificio y sacarse el cigarrillo que tanto anhelaba esas 4 horas, tanto, que no se habia dado cuenta de que no era el único ahí fumando. Miró al hombre a su lado.

- ¿Este otra vez? ¿Me estará siguiendo? No.. No, no, imposible, estaba aquí antes que yo. - Cabizbajo negó. - En todo caso sería yo el que lo sigue... - Volvió a echarle el ojo y este ya estaba sonriendole sutilmente provocando un rubor ligero en sus mejillas. Volvió la mirada rápidamente al suelo con los ojos altones. - Mierda.

- Hola otra vez ¿tú también vienes aquí a romper las reglas? - Llamó la atención de Naruto.

- Es mi primer día. - Comentó concentrado en sus ojos carbón.

- Novato eh, fumador nato, encantado.. Dobe. - Volvió a dejar escapar una sutil sonrisa, como si no quisiera que nadie más la viera, tan corta que cualquiera diría que es solo un tic.

- ¿Es por lo de antes? Tú me robaste. - Frunció el ceño indignado.

- No te robé, lo intenté.

- Agh... Rarito. - Murmuró antes de tomar una larga calada a su cigarrillo.

No soltaron otra palabra, se concentraban en fumar olvidando que estaban acompañando a la noche fría. Sin embargo, Naruto era el único que desviaba a veces la mirada para observar directamente los pozos negros del pelinegro.

- ¿Puedo... Hacerte una pregunta extraña? - Casi susurró Naruto.

- Dicen que todo empieza con una pregunta extraña. - Prestó su atención en los ojos azules volviendo a soltar una sonrisa efímera.