Capítulo 22

246 24 10
                                    

Un capítulo más como compensación por tardar en publicar.
🍁🍁🍁🍁

Apenas llevamos unos minutos en el camino cuando Mauricio se recarga en mi hombro.

—Estoy muerto —Murmura —Las tareas me están matando. Recuérdame porque estudio.

—¿Para salir a delante? —digo dudoso.

—Seee... puede que sea eso —se estira y se acomoda mejor. Me dan unas grandes ganas de reír porque es como el perezoso de la era de hielo.

Escucho que alguien se ríe y volteo para encontrar a Tadeo y Sebastián mirándonos, pero la risa solo proviene del primero.

—¿Es en serio Mau? ¿Ya tienes sueño? Acabamos de salir.

—Déjame —Mauricio vuelve a moverse buscando una posición diferente. Su cabeza termina en mi regazo.

—Creo que no deberías dormir encima de Bren —dice Sebastián sin dejar de verlo —No es cómodo para él.

—¿Te incomodo? —Mauricio abre los ojos y me mira.

¿Hay malicia en sus ojos? Maldito 

—Uh...

—No preguntes, solo quítate —le responde Sebastián.

Mauricio se endereza lentamente, pero creo notar una pequeña sonrisa en sus labios. Es tan pequeña, que pude haberla imaginado.

¿Qué estás haciendo?

—Sí, a veces eres bastante molesto Mau —Tadeo asiente ajeno a todo.

—Déjenme en paz —Mauricio se abraza a sí mismo y se pone en posición para dormir.

Sebastián niega lentamente y después me mira.

—Mándalo a la mierda cuando se ponga insoportable.

—Te estoy escuchando —Le dice Mauricio sin abrir los ojos.

—Ese era el punto —Sebastián me sonríe.

Aprovechó y golpeó silenciosamente al durmiente, entonces se giró rápidamente.

Mauricio abrió los ojos rápidamente y buscó la fuente de su golpe; por lo que le hice señas señalando a Sebastián, rueda los ojos y se vuelve a acomodar. Suelto un suspiro y no puedo evitar recargarme también, pero a diferencia de Mauricio, no cierro los ojos porque aprovechar momentos como este, en el que puedo verlo, no son tantos. Observo su hermoso perfil, intentando descifrar su belleza oculta.

Empiezo a sentir como soy movido levemente.

—Brendan, ya llegamos —susurra una linda voz cerca de mi rostro; al abrir mis ojos Sebastián me mira con expresión divertida —Ya estamos aquí, tienes que bajarte.

¿Me dormí? Se supone que aprovecharía el tiempo.

Miro hacia los otros asientos, pero están vacíos.

—Ellos están alistando las cosas. Vamos —se mueve para salir de la camioneta.

—¿Llegamos hace mucho? —me enderezo y lo sigo.

—Hace unos minutos.

Ugh, que vergüenza.

—Oh.

—No te preocupes, sinceramente nadie presto atención a que estuvieses dormido —Empuja levemente su brazo con el mío —Bueno, a excepción de Mauricio.

—¿Dónde está, por cierto? ¿Por qué no me ha despertado? —Caminamos hacia la parte trasera donde están los chicos preparándose para empezar la larga caminata. Tomo mi mochila, así como Sebastián la suya.

Aquí y ahora (Serie amigos #0.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora