the princess . (JK).

cap1

¿Realmente creen en cuentos de princesas?, Cabelleras largas como para escalar por ellas, perder tacones para que tú príncipe te encuentre, dar tus piernas a acambio de amor, besar sapos, principes azules, belleza inhumana...

Las niñas son criadas bajo la influencia de los cuentos de adas, príncipes, lindos vestidos y lindas coronas, las chicas esperando por ser bessdad por su amor verdadero y tener un final feliz, con lindos hijos, un perro, y una casita linda con un bello jardín yeno de flores.

Pues este era un cuento de una princesa, una princesa que esperaba el verdadero amor y buscaba su final feliz, y como todo cuento debería empezar así.

Hera hace una vez, en las calles más lejanas y abandonas de Busan, en la oscuridad de la noche, las estrellas brillantes y los faroles tintiniantes por lo viejos que eran, el sonido de unas pisadas rápidas y ágiles marcaban su presencia al pasar corriendo por las banquetas del vecindario se hacían escuchar con resonancia y detrás de ellas el ladrido de 2 perros se presentaba con mucha más fuerza y coraje.

Los ladridos fuertes eran evidentes la molestia que había en ellos, pues un individuo había salido corriendo brincotenado cercas y llamando la atención de aquellos dos perros quienes parecían no cansarse.

El chico que era perseguido sintió alivio al ver la puerta de su casa cada vez más cerca, sus piernas ardían por el trote pesado que estaba realizando totalmente en su contra, unos cuantos pasas más y llegaba a su casa, casa vez aquellos dos animales se veían más cerca, sentís temor por el riesgo que estaban corriendo sus pobres piernas al sentir de vez en cuando el roze de los dientes de aquellos dos caninos, simplemente advirtiendo que estaban cerca de el.

Al llegar hasta su puerta agradeció averla dejado abierta unas horas antes de que toda esta situación iniciará, entro rápidamente cerrando la puerta detrás del solo osrs luego escuchar 2 goloes secos en la puerta, señal que ninguno de los dos perros había alcanzado a frenar.

Sentia sus piernas arder por tremendo maraton que había realizado, su pecho subía y bajaba demaciado rápido, su corazón palpitaba con tanto ritmo como una canción de metálica, sus boca abierta formaba una "a" mientras inalaba y exalaba por la misma, intentando que sus pulmones se llenarán con más aire.

-malditos perros - soltó mientras llevaba su mano a debajo de sus costillas derechas, había empezado a sentir dolor por su mala respiración mientras corría.

Camino despacio hasta el sillón donde una vez ahí se dejó caer sobre el, nisiquiera podía pensar en nada, más que evidentemente estaba molesto.

Minutos antes se encontraba tomando un poco con sus amigos, pasando un buen rato hasta que algunos de ellos comenzaron a ponerse agresivos, o "mala copa" como también era conocido, los vecinos al escuchar encandalo habían y ver cómo se generaba una pelea entre ese grupo llamaron a la policía, y al ver las patrullas llegar todos corrieron para cualquier lado, lamentablemente cuando Jung Hoseok comenzaba sentirse asalvo fue cazado por un par de perros y en especial ellos eran conocidos pues su dueño los inscribia constantemente en peleas de perros y ellos al estar acostumbrados a este ambiente cada que pasaba un perros pequeño o alguien iban tras de el hasta intentar destrozarlo.

Lo que era peor de estos perros es que no había forma de contenerlos, el dueño muchas veces los dejaba en el patio trasero, pero tenían tanta fuerza que brincaban la cerca y atacaban a quien tuvieran cerca, luego probó en amarrarlos con cadenas pero estos eran más fuertes que ellas, y eso se había demostrado minutos antes.

"Brunno y Condesa".

Eran los nombres de los perros y los responsables de que casi nadie quisiera vivir por ese vecindario, ¿Quien necesitaba de pandillas cuando tenían dos demonios peludos y de adorables orejas?.