𝘗𝘢𝘥𝘳𝘦𝘴 𝘚𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰𝘴 | Diego Laínez

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Había recibido la peor noticia de todas, Diego ni siquiera podía escuchar bien lo que decía su papá Javier que lo había visitado para hablar de un tema.

Se iba a casar.

Quedó en un shock total y apesar de escuchar lo que le decía no lo procesaba.

Fue ayer durante una cena, fue obvio que Javier acepto y en un lado Diego estaba feliz pero sentía que todo iba muy rápido, no quería, no quería tener nuevos hermanos, tampoco que Criss Jr fuera también su hermano cuando siempre lo considero un amigo pequeño, quería de nuevo su vida perfecta.

El saber que sus papás sufrieron ocultando a quien de verdad amaban mientras el estaba pleno y feliz lo mataba, intento no actuar como niño pequeño, dijo que estaba cansado y después fue a su cuarto.

Mientras tanto Lionel y Guillermo aprovecharon para felicitar a la pareja.

— No creo que se lo haya tomado bien –susurro Javier preocupado.

— Está procesando esto, es todo –aseguro Guillermo.

Iba a salir un momento pero se detuvo en la oficina de su padre Guillermo, no pudo evitar pasar, habían fotos enmarcadas de el y en un momento encontró los dibujos que hacía de pequeño, varios de la familia de tres y no pudo evitar sonreír hasta que se encontró con uno que le hizo borrar su sonrisa por completo.

Los adultos seguían hablando de temas triviales hasta que escucharon un ruido fuerte como de un vidrio y Guillermo fue el primero en correr escalones arriba, el ruido se escuchó en su oficina y paso como si su vida dependiera de ello.

Se encontró con Diego, solo veía su espalda pero en el suelo habían varios dibujos de el de pequeño destrozados, también varias fotos con el marco de vidrio roto y su mano con una pequeña cortada.

Rápidamente llegó Javier, Lionel y Ronaldo a ver si Diego estaba bien ya que Criss Jr se quedó abajo.

— En uno de mis dibujos hice a Javier pero se parece a Lionel...

— ¿Y que tienen que ver los otros dibujos y fotos? Puta madre –regaño Guillermo acercándose a su hijo para con cuidado de no cortarse recoger los trozos de papel intentando no llorar– esto es parte de tu infancia, por algo se guardan.

— ¡Por qué en ese momento parecíamos ser una familia de verdad! –grito Diego intentando irse de la oficina pero fue detenido por Lionel que sostuvo su mano lastimada con cuidado para ver qué no hubieran trozos.

— Se que estás molesto pero te podés infectar, vení.

Con eso Diego se fue con Lionel para abajo, Javier se acercó poco a poco a Guillermo también apunto de llorar.

— Dime qué no eran todos los dibujos Memo –Javier comenzó a recoger también las fotos para ayudar.

— Seguro nuestros padres tendrán dibujos de el... Podemos pedírselas o que las g-guarden para que esto no vuelva a pasar –contesto Guillermo– deberían volver a su casa para descansar, que esto no arruine su momento.

Eso hicieron, Diego no quiso dirigirle a nadie la palabra pero Lionel que terminaba de ponerle una venda obtuvo la mirada del menor.

— ¿No soy una carga? Debes odiar tener a alguien como yo en tu casa si no tienes una obligación conmigo...

— Está es tu casa Diego y tengo tantas cosas que decirte que no son malas eh pero no es tiempo, estás pasando por algo difícil y lo entiendo aunque creo que lo de los dibujos... Fue por mi al parecer.

— Si te parecías en un dibujo pero no fue una razón, supongo que no fue lo mejor y mis padres estarán molestos ahora...

— Creo que estarán heridos, esos dibujos se plasman cómo parte de tu infancia, gracias a eso guardaré los dibujos que me hacías de pequeño en una caja fuerte.

Diego asintió y rió un poco, de pequeño se llamaba un gran artista y bueno, los dibujos era algo que le regalaba a la mayoría de gente, los únicas cosas que rompió fueron los dibujos que tenían sus padres.

Guillermo mientras tanto en un intento desesperado pegaba con cinta un dibujo que Diego llegó a hacerle en el día del padre sin mucho éxito por tantos pepelitos, Lionel termino de curar a Diego y el menor se adelantó a su cuarto a pensar un poco, aprovecho para ir a la oficina en casa de su novio encontrándolo con lágrimas por toda la cara, se acercó a el intentando detenerlo.

— Cielo deja ahí, te haces más daño.

— N-No lo entiendes, este dibujo me lo hizo cuando sentí que la vida no tenía sentido, salí adelante por el y ahora siento que no soy ni seré un buen padre para nuestro hijo y que tal vez pudiste conseguir a alguien mejor y...

— Primero hay que calmarnos, sos un buen padre y el mejor que pudiera pedir para nuestro hijo, te ayudaré a pegar todos los dibujos si es necesario pero ahorita desahogate –calmo Lionel.

— Te debería apoyar yo a ti, estás embarazado...

— ¿Y eso que? Esta bien que vos llores cuando lo necesites.

Guillermo asintió para abrazar a su novio con delicadeza mientras comenzaba a llorar con un poco más de fuerza.

Del otro lado tampoco era tan distinto, Javier estaba decaído y apesar de no querer aceptarlo le dolió mucho lo de los dibujos.

— Meu amor...

— Estaré bien Criss, solo que si da sentimiento porque amaba las creaciones de mi pequeño artista, está bien aparte... ¡Tenemos que pensar en varias cosas! ¡Una boda, nuestra boda! –cambio de tema emocionado.

No trataba de evitarlo pero si era sincero estaba emocionado por su boda con el hombre que de verdad amaba y estaba seguro que esa vez no lloraría minutos antes de casarse..