El Aleteo De Una Mariposa

Parapente

Nota:
1) recuerden lo de la ortografía 👀 según yo estaba todo 10/10 🤣
2) espero que les guste 👀

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—¿Cómo estuvo tu día ayer?

—abstinencia de chocolate, y compañía de una mujer loca por las compras. No salgo hace tanto tiempo que olvide lo que es compartir con esa mujer.

—y yo olvide traer toallas húmedas hoy. Parecer un mapache, creo que ya es parte del outfit

—yo definitivamente cambiaré la tumba de Charlotte, muy muy lejos de ti.

—no lo soportarias— dijo Becky sonriendo con picardía, un gesto coqueto que no controlo, porque cada vez era más difícil hacerlo

—yo...mmm— Freen aclaro su garganta mientras buscaba algo para decir— ¿Que tal fue tu tarde?

—pues silenciosa. Y luego ví a mi amiga Irin.

—¿Buena tarde?

—mejor que salir de compras por tantas horas. Fuimos al cine, fue una buena película, pero casi no comí palomitas, mi amiga prefería compartirlas con el suelo. Honestamente creo que la entiendo, el suelo parecía estar muriendo de hambre.

Freen pensó que quizás no era tan gracioso, pero fue fácil soltar una nueva carcajada por las palabras de la menor, quizás eran los gestos graciosos de su rostro, la seriedad con la que hablaba cosas sin sentido, o quizás solo se había vuelto fácil con aquello que le parecía gracioso.

—es lindo escucharte reír, las medias sonrisas intentando convertirse en sonrisas ya estaban siendo irritante.

—tu eres irritante.

—yo creí que te agradaba.

—primero me dices que parezco un mapache y luego me dices que mis gestos son irritable. No puedes agradarle a alguien a quien atacas. Además te burlas de las consecuencias de mi sufrimiento — dijo sonriendo mientras apuntaba el maquillaje corrido de sus ojos.

—bueno, siento haber llegado más tarde, hubiera evitado la parte de que quedarás como mapache.

—ademas fue tu culpa, ¿Ves?

—tengo una propuesta para ti.

—no.

—oye no he dicho nada.

—si crees que hare planes contigo para ser llamada mapache, estás muy equivocada.

—puedo llamarte rintel.

—en definitiva si dejo de venir será totalmente tu responsabilidad.

—yo jamás te haría eso— dijo Becky con un tono con el cual Freen reconoció de inmediato la seriedad.

Freen se permitió mirarla a los ojos unos cuantos segundos, y luego sonrió mirando hacia el suelo, esas palabras tenían apariencia de promesa y Freen lo reconoció en cada vocal y consonante de esa oración.

—¿Cuál es la propuesta?

—¿Ahora sí estás interesada?

—puede ser.

—bien, helados y parapente.

—no, no, no.

—crei que concluimos que la vida es solo una.

—si, por eso deseo conservarla.

—¿Nunca lo has hecho?

—no, y no pienso cambiar eso.