Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 18

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"𝑫𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆́𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒇𝒖𝒆 𝒎𝒊 𝒄𝒖𝒍𝒑𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓𝒆𝒔"

El ambiente festivo de la cena en familia se vio afectado por las palabras de Charlotte. Intenté ocultar mi preocupación mientras regresaba a la mesa con una sonrisa forzada. Sin embargo, por dentro, mi mente estaba llena de incertidumbre y miedo por lo que había escuchado.

Durante el resto de la cena, traté de mantenerme concentrada en las conversaciones ligeras, pero mis pensamientos seguían regresando a las palabras de Charlotte. ¿Sería posible que alguien haya sabotajeado el coche de Max? No quería creerlo, pero la posibilidad estaba ahí, y eso me atormentaba.

Cuando llegamos al hotel, Max notó mi mirada distante y preocupada.

–¿Estás bien, Ari? Pareces preocupada– me preguntó, acariciando mi mejilla con ternura.

–Solo es cansancio. Ha sido un día largo– intenté disimular.

–Si hay algo en lo que pueda ayudarte, solo dímelo. Estoy aquí para ti– me aseguró.

Le sonreí, agradeciendo su apoyo incondicional, pero no pude evitar la sensación de que había algo más oscuro oculto en las sombras.

Al día siguiente decidí buscar a Ricciardo. Necesitaba despejar mis dudas y contarle lo que había escuchado. Daniel siempre había sido un amigo de confianza y sabía que podría ayudarme a aclarar las cosas.

Lo encontré en el paddock, ayudando a su equipo a recoger todo y llevarlo al próximo GP. Me acerqué a él con nerviosismo.

–Daniel, necesito hablar contigo sobre algo importante– le dije.

–Claro, Ari. ¿Qué sucede?– respondió amablemente.

Le conté sobre mi encuentro con Charlotte y las preocupantes acusaciones que me había hecho. Daniel frunció el ceño y me miró con seriedad.

–No puedo creer que esté involucrada en todo esto otra vez. Si es cierto lo que dice, podríamos estar enfrentando una situación peligrosa– dijo Daniel, preocupado.

–¿Crees que haya algo de verdad en lo que dijo?– pregunté, temiendo la respuesta.

–No lo sé, Ari. Pero si hay algo extraño sucediendo en la Fórmula 1, es importante que lo investiguemos y tomemos precauciones. La seguridad de Max y de todos los pilotos está en juego– respondió Daniel, decidido.

Decidimos no contarle a Max sobre nuestras sospechas por ahora, ya que no queríamos preocuparlo innecesariamente.
Pero acordamos que investigaríamos más a fondo y buscaríamos cualquier pista que pudiera confirmar o descartar las acusaciones de Charlotte.

A pesar de la emoción de la victoria de ayer, la sombra de la sospecha seguía persiguiéndome. Decidí que era hora de hablar con Sainz sobre lo que había escuchado sobre su compañero de equipo.

–Carlos, necesito que me digas todo lo que sepas sobre Charles y lo que está sucediendo en la Fórmula 1– le dije con seriedad.

Él me miró con sorpresa, pero luego asintió con determinación.

–Lo siento, Ari. No quería que te preocuparas, pero sé que es importante que estés informada. Charles ha estado enredado en situaciones sospechosas desde hace un tiempo. No puedo decir con certeza si está involucrado en algo ilegal, pero sé que no siempre juega limpio– confesó.

–¿Y qué hay de la Federación? ¿Es posible que esté involucrada en esto también?– pregunté.

–Es difícil decirlo. La Fórmula 1 es un mundo complicado, y hay mucho dinero y poder en juego. Algunos creen que la corrupción llega a todos los niveles, incluida la Federación. Pero no puedo asegurarlo– respondió con cautela.

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑩𝒊𝒑𝒐𝒍𝒂𝒓 // 𝑴𝒂𝒙 𝑽𝒆𝒓𝒔𝒕𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon