Eternidad, universo de magia y epicidad por donde lo veas. En él, una princesa, cuyos padres solo le dieron el título, donde su interior es la cuna de seres que Eternidad no está preparada para conocer, vive rodeada de líos, Alice no ha crecido como...
Odio mi incapacidad para dormir, odio lo sensible que soy y que cualquier cosa me despierte, pero odio más las pesadillas y despertar solo en una habitación que no se siente mía.
—Majestad, las festividades del día de hoy comienzan entre poco —hablan desde fuera con una clara intención de apurarme.
¿Y si no quiero?
Ser rey me quita la opción de elegir entre asistir o no a cualquier festividad, sin importar que quisiera o no celebrar el fin de cicloavo y el inicio de uno nuevo.
Tome el trono y no he tenido nada de libertades, lo cual ayuda a estar ocupado, aunque no parece suficiente para mi mente que solo piensa en ella, que solo la necesita a ella y no la tengo.
Las tonalidades del traje me abruman, los colores no me gustan, no hay nada que me haga sentir cómodo.
Se supone que este día permite recordar todo lo que viviste y sentirte orgulloso, pero yo nada más siento odio por mí mismo.
Odio que se haya ido.
Odio que ahora al grupo estelar le faltan dos miembros.
Odio que Jeremy me odie.
Odio la paliza que me dio Sam, aunque la merecía.
Me odio y odio lo mucho que aporte a la herida de Alice. Si tan solo supiera que está bien.
Lio sale a mi encuentro antes de llegar al comedor, aún viven en el palacio, y puesto que mi familia no piensa venirse conmigo, prefiero que ellos me sigan viendo como un intruso.
—¿Preparado para celebrar? —mi primo es un joven demasiado positivo, se nota a leguas que creció rodeado de felicidad.
—Fue el cicloavo más acelerado de mi vida, no quiero celebrar nada de lo que paso.
¿Por qué quería celebrar el comienzo de un nuevo cicloavo?
¿Por las oportunidades nuevas? Me respondo a mí mismo ignorando lo ridículo que es.
Hace más de cuatro ciclos que deje de creer en las nuevas oportunidades.
El día se va entre recibimientos reales, charlas y preparativos para la gala.
—¡Hermanito! —Liv llega luciendo un vestido color oliva que la hace ver más hermosa y grande de lo que es.
—Mira nada más, toda una princesa.
—Verdad que sí.
Vamos camino a una gala en el palacio supremo, una costumbre al parecer para celebrar el acontecimiento de un nuevo cicloavo. Algo sorprendente es que no solo sean las familias de Trimagic, sino que es en conjunto con todas las familias reales, supremas y reales de la dimensión.
A pesar de la parte faltante en la familia Ben, la última gala del cicloavo se celebra con normalidad y si alguien pregunta por ella, repiten la misma frase. «Está tomado un descanso de las actividades reales»
El retorno de Stef y Sofía no causó mucho alboroto, la realeza sabe cómo manejar todo de forma que le terminan sacando provecho.
Hay tanto, cambiantes adultos como niños, todos conversan y ningún rostro me calma.
—No voy a superar el hecho, de que siempre que estás en un lugar la buscas entre las personas, como si realmente la fueras a encontrar.
Es la reina Sofía, siempre me toma desprevenido. Sonrío y respondo sincero —No pierdo la esperanza de que vuelva.
— Bueno, si conozco bien a mi hija, no la veremos en un buen rato. Es igual de terca que su padre y muy orgullosa —habla serena, en algún momento tuve la impresión de que era más sensible, pero que he equivocado.
—Ya me lo has dicho.
—Solo no quiero que te quedes estancado, ya sabes lo que pasará con ella en cualquier momento y ninguno de nosotros podrá contenerlo. Ni siquiera tú.
No respondo nada a su discurso. El conocimiento de lo que puede pasar no me consuela como a ellos, las palabras de ese hombre solo me aterran.
«Alice va a liberar su poder, será más poderosa, pero también peligrosa. Sabremos de ella pronto»
—Las linternas flotantes están listas —indican con fuerza en la sala.
Es la invitación a salir al jardín principal.
Soltar es una de las cosas más complicadas de cualquier ser, no sé por qué todos quieren intentarlo y disfrazarlo como el acto más sencillo de la historia solo porque es "un acto de amor propio y desahogo", es aún más absurdo querer hacerlo por medio de unas linternas.
Se me hace inevitable observar a la familia real de Straight o la peli roja que acompañaba a sus abuelos resaltando como la princesa de Weather. Sé su naturaleza máximum por los reyes que me contaron aquel día más de lo que me hubiera gustado saber, incluyendo el lugar donde ocultan el cofre de promesa que le corresponde Alice como guardiana Unión.
La desilusión de pensar de nuevo en los sucesos de hace ciclos me hace desear el estar en mi casa de nuevo o hacer una tontería como ir al pasado y arreglarlo todo.
Las sonrisas de todos se transforman en expresiones de terror, a diez minutos de recibir el nuevo cicloavo y el cielo, en vez de tornarse en los colores primaverales como se debería, toma color oscuro y truenos color fuego electrizante estremecen todo el sitio.
El ambiente empeora en cuanto los gritos de Samay y Alec resuenan en el silencio. Sus expresiones son de dolor, se toman la cabeza con desespero, como si les estuvieran arrancando algo desde dentro o se estuviera acomodando una nueva esencia de poder. Dejan de retorcerse y caen de rodillas.
Las palabras de Stef cerca de mí, me estremece.
—Lo que no quería que ocurriera está pasando.
Veo a los demás Ben endurecer la mirada, el miedo les corroe los huesos como a mí.
El suelo tiembla, antes de que podamos identificar lo que pasa, el reflejo de un dragón con sus alas abiertas nos hace mirar arriba y nuestro lucero de noche se eclipsa por completo, la luz apacible da como resultado un eclipse con la suma de todos los colores.
Todos se maravillan, olvidan la reacción de los jóvenes príncipes y con el cielo exhibiendo la primavera, inician los buenos deseos.
Y yo solo la deseo a ella.
—Dondequiera que estés, no elijas el camino de la oscuridad, Alice, no quiero vivir sin mi rubita...
¿A que esto parece un final, eh? Pues si... acomódense para esta nueva fase, que a mi durante la escritura me dejo de desmayo.
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