Capítulo 34

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Había muchas preguntas que se me vinieron a la mente, pero ninguna de ellas parecía  estar bien pensada. Estaba aturdido por la conmoción que tenía justo frente a mi.

“Uh… Jun-woo.”

Su mano tocó mi vientre y sentí como si una serpiente estuviera retorciéndose. Mientras sacaba el dobladillo de la camisa que había puesto dentro del pantalón, miré  hacia abajo.

“Jun-woo, ja, ja…”

Solo reí.  “Ja, ja, ja. Ja, ja… Espera, espera, espera un segundo.”

La mano de Jun-woo se detuvo por un momento cuando empecé a reírme sacudiendo  los hombros.  Miró mi expresión como si fuera extraña, luego me eché hacia atrás. Y me golpeé la  espalda contra la pared divisoria. Ya podía sentir como si tuviera moretones por todo el  cuerpo.

“Me dolió…”

Reía mientras contenía mis gemidos. Entonces junté las manos de Jun-woo y las envolví  entre las mías. Lo agarré cariñosamente y le di palmaditas sobre el dorso de su mano.

“Jun-woo, ¿estabas molesto porque te echaron de la galería? por eso estás enojado  conmigo, ¿verdad?”

Entonces le dije, con la voz más dulce posible.

“Pero te dije que tus pinturas, siempre son sobre sexo o penes. No tiene ningún  argumento, no hay concepto. No es necesariamente algo malo, pero no se vende. De  todos modos, pronto tendremos que cambiarlo. Tú también tuviste una crisis, ¿no es  así? Tal vez sea bueno que hayas perdido el evento público del día de hoy”.

“¿Qué? ¿De qué estás hablando?”  “Quiero decir, si se hubiera exhibido, de todas maneras, habría seguido siendo una  historia oscura.”

Jun-woo sólo me miró a la cara, con una expresión aturdida que me decía que me calle.  Incline mi cabeza cerca de la cara del tipo que olía a alcohol.

“Bien, Jun-woo, digamos que tienes razón. Sí. Fui a estudiar al extranjero con dinero y  me convertí en pintor. Pero eso, ya lo sabes… no es de lo que estoy hablando ahora  mismo… Ehh… No es que te esté tratando así… Así que, sabes que eso no importa, ¿verdad?”

En ese momento tuve la intención de empujar a ese Alfa que me mantuvo en aquel  lugar cerrado, por lo que Jun-woo no esperaba que mi actitud fuera así.

Era un omega  recesivo que  creció en una buena familia y él parecía considerar que yo  aplanaría aquello con unos cuantos golpes contra mi trasero, mientras que rociaba algo  de feromonas en mi.

No importaba lo borracho que estuviera, Jun-woo, quien hizo tal cosa, habrá pensado  que era un plan muy divertido, y por eso lo hizo. Por lo que solo me reí.

“Jun-woo, ¿recuerdas por qué tú y yo nos hicimos amigos?”  Yo, Kang Hae-ah, quien creció en una familia venenosa, y aunque nací con una cuchara  de oro en la boca. Crecí con el trato frío de mis hermanas y la ira de mi hermano como  fertilizante.

“Fue porque bajé 100 puestos y tus antepasados me ayudaron, así pude llegar a ser un  gresado de la escuela de postgrado. Eso, eso fue lo que me dijiste, ¿no es asi? Y  poniéndome en tu lugar, como eres extremadamente objetivo y racional. Así que, debemos ponernos a pensar como si fuera tú, ¿verdad? Ahora… no puedes  comportarte así conmigo”.

El recordar el sentimiento de traición que sintió Jun-woo, hizo que saboree un dulzor en  los labios. Eso significa que mi actuación fue tan perfecta, que me sentí orgulloso de  ello.

No pude evitar llorar y desvanecerme debido a que le dije algunas feas palabras y abusé  de él. ¿Qué tiene de malo ser un Omega recesivo? y ¿qué pasa si el Sr. Tae-rim no me  anuda? El valor de una persona no existe, sólo es como una herramienta sexual.

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