Capítulo 10

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Louis veía en el televisor una extraña serie que al parecer era la favorita de Harry, no le encontraba sentido el ver cómo una oficina entera actuaban de forma chistosa sin llegar a serlo pero no podía quejarse ya que no estaba en su casa.

Harry reía aún cuando el protagonista no hacía nada y en parte eso le parecía adorable, en el poco tiempo que había compartido con Harry había descubierto que era alguien muy feliz y que amaba el Jazz y a su gato mucho más que a él mismo.

Que dormía con camisas de alguna banda de rock y que usaba una cantidad interminable de cobijas en las noches, amaba el café con dos cucharadas de azúcar y odiaba las cebollas, su shampoo olía a fresas y duraba horas arreglando su cabello.

Esas eran las pocas cosas que había aprendido de Harry y quizás la que más le gustaba era lo sentimental que podía llegar a ser, recuerda la vez que miraron una película mexicana animada dónde un niño le cantaba una canción a su abuela y daban la siguiente escena dónde mostraban que está había muerto. Louis tuvo que abrazarlo hasta que se calmara.

Louis había descubierto en si mismo lo mucho que le gustaba el contacto físico y lo fácil que era experimentarlo con Harry pues sus manos vivían constanente tocandose ya sea cuando su secretario le pasaba su café o le pasaba los ingredientes cuando cocinaban juntos en su casa.

Ambos se habían vuelto si se podía decir amigos, era la mejor palabra que Louis podía utilizar para definir aquello que tenían y se sentía bien. Estar acompañado de Harry había ayudado a alegrar un poco su triste vida, ahora llegaba animado a su oficina contando los minutos para que Harry llegará a contarle entusiasmado lo que le había comprado a su gato quien lo seguía odiando sin razón.

Nunca pensó en estar así, acompañado de Harry y experimentar esa felicidad que hace mucho no sentía, es decir en algún momento es necesario tener a alguien con quién te puedas soltar y puedas ser tu mismo.

Louis había aprendido muchas cosas de Harry pero Harry no había aprendido casi nada de Louis.

Este era tan cerrado y serio que a Harry se le hacía difícil descifrarlo, solía tomarse mucho más tiempo para aprender que le gustaba y que le disgustaba porque Louis nunca compartía su opinión siempre guardaba silencio y esperaba a que el decidiera lo que quisiera y eso hacia enojar a Harry porque el quería saber lo que fuese de Louis.

Llevaba semanas haciéndole elegir entre cosas para saber más o menos que era lo que le gustaba y gracias a ello había descubierto que era un gran amante del chocolate pero que cuando lo consumía mucho pedía agua, que el vino tinto era su favorito pero que en secreto se quejaba de que fuese caro aún cuando era millonario, que todos sus trajes eran negros en el trabajo pero que fuera de el su closet estaba lleno de cosas llamativas como el blanco, amarillo y verde.

Y Harry realmente amaba como se veía el verde en el. Harry se estaba enamorando más si eso era posible.

Algo que también lo atormentaba cuando tenía a Louis a su lado era la forma en la que se había acostumbrado a el, cuando Louis se iba de su apartamento este se sentía solo aún cuando su gato estaba allí con el. Todo se volvía silencioso y ya no estaban las discusiones sobre si la carne es mejor en su punto medio o tostada, de si el té es mejor con leche o sin leche o de que Batman era mejor que Spiderman.

Habían muchas cosas que Harry odiaba y quizás ya menciono muchas pero entre ellas no están lo difícil que se le hace sentarse junto con Louis en ese sofá dónde una vez se dejaron llevar de forma desenfrenada y terminaron teniendo sexo sobre el. No salía hace mucho porque consideraba que la compañía de Louis era mucho mejor que estar en un bar bebiendo o escuchando música, quizás no es tan malo después de todo pero Harry lo había estado haciendo desde que tenía quince así que quizás ya no lo encontraba tan divertido y se desconocía por pensar así.

Liam lo había llamado hace unos minutos avisándole que estarían en el bar celebrando el cumpleaños de Alex su hermano pero Harry había rechazado la oferta después de haber invitado a su jefe a su apartamento para pasar así un fin de semana "tranquilo" y cada vez que veía el brillo en los ojos de Louis al ver la tele entendía que había sido una buena desicion.

Pero sus amigos seguían insistiendo y ya lo tenían arto.

-Ya te dije que estoy ocupado Lian.-Louis dejo de prestar atención y se acercó a él pasando su brazo por sus hombros cosa que ya era normal porque aunque Harry no admitiera había notado lo mucho que Louis amaba buscar tocarlo.

-No se que han hecho contigo amigo pero tienes que venir Niall a traido a su novio y Betty se está besando con la hermana de Zayn y ese no es mi nombre mierda.-Eso quizás sería divertido, Niall hace poco les había contado que era gay y que tenía novio y bueno era casi imperdible ver a Betty ligando con alguien porque ella era la más asexual del mundo.

-Tengo visita y no puedo dejarlo solo.

-Pues tráelo tu sabes que entre más mucho mejor además la idea es alcolizarnos hasta perder la razón y nos ayudarías mucho a no vaciar nuestras tarjetas si ambos vienen.-Harry hizo una mueca pensando muy bien que hacer.

-No lo sé beber con ustedes siempre me deja en quiebra.-Buscaba un montón de excusas pero al ver que Louis lo miraba fijamente después de que mencionara la palabra "beber" lo hizo pensar mejor.

-Por favor no me hagas rogarte Harry tenemos pastel y vino tinto.-Bueno el vino tinto le gustaba a Louis.

-Dame un segundo.-Puso la llamada en espera y giró hacía Louis.-¿Quieres ir a beber con mis amigos?, será algo tranquilo es el cumpleaños del hermano de uno de ellos.

-Pense que no me lo preguntarias Harold.-Dijo con una sonrisa peinando su cabello hacia un lado sacándole un suspiro a Harry.

-En media hora estamos allí Lian.-Colgó antes de que su amigo le gritara que así no era su nombre y corrió hacia su habitación a cambiarse mientras Louis lo esperaba en la sala discutiendo con mermelada.

CandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora