FINAL

3.8K 447 73
                                    

Si algo había aprendido en esos tres años de terapia, es que cuando la vida te ponía en las mismas situaciones dos veces, quizás era para probarte si realmente habías aprendido o no la lección.

Había sido bonito el tiempo que había pasado con Larkeis y su hija, mientras habían estado en la ciudad de vacaciones. Pero luego de que se fueran, ya que el militar debía volver a sus obligaciones en el campo, Eva comprendió que ella también debía continuar con su vida.

Y lo había hecho antes de volver a verlo, sólo que no lo había notado hasta ahora. Había comprado su casa, un bonito carro, tenía la libertad de irse a dónde quisiera y cuando quisiera, porque no había nada que la atara a ningún lugar.

Su única prioridad y responsabilidad, era ella misma.

—Ceci ¿Quieres acompañarme? —le preguntó a su compañera de trabajo, amigas después de tantos años juntas trabajando en el mismo lugar.

Con Cecilia había aprendido, conocido, lo que era una verdadera amistad.

—¿A dónde? ¿Luego de mi turno?

—No —sonrió divertida—. Hace tres años atrás me quedó un viaje pendiente, y quisiera realizarlo ahora. Podríamos tomarnos las vacaciones juntas, o pedir unos días, y nos vamos de crucero ¿Qué dices?

—¿Hablas en serio?

—Sí.

—¡Ay me encantaría! —exclamó con una gran sonrisa—. Solcito, ricos tragos y comida, hombres guapos, no tener que hacer nada ¡Claro que quiero!

—De acuerdo —rio, escuchando sus ocurrencias—. Creo que la pasaremos muy bien.

***

—Eso es hija, lo estás haciendo muy bien —sonrió tomándola de las manitos, mientras la bebé daba sus primeros pasos.

—Papá, pa ,pa —repitió sonriendo, contenta porque su progenitor estaba caminando con ella por el jardín.

Hasta que se cansó y decidió sentarse, haciendo que Larkeis también se detuviera. Se sentó con ella en el césped y la sentó sobre sus muslos, enseñándole una florcita rosa.

—En la boca no, eh —le advirtió, dándosela al ver que la niña quería tomarla.

Es que Bianca seguía con eso de llevarse todo a la boca cada vez que tomaba algo.

—Rico —sonrió, mostrándole sus cuatro dientitos, haciéndolo reír.

—No, no es rico, no es para comer. Pero si tienes hambre, volvamos a la casa así te preparo la merienda —pronunció poniéndose de pie, cargándola en brazos.

—Mm, am ¿Papá?

—Ajá, am, comida, comer —sonrió.

Ya conocía los sonidos que ella emitía para poder comunicarse con él, como el am o el mm, que era para pedir su biberón o algo de comer.

—Repetí conmigo hija, comer.

—Mm.

—No, mm, no, co-mer.

—Mmer.

—Bueno, es un avance —rio bajo, besando suavemente su cabeza.

Era lo que más amaba en la vida, y daría su propia existencia por hacerla feliz y protegerla. Era lo único que importaba, Bianca.

—¿Sabías que te amo yo a ti? —le preguntó entrando ambos a la casa.

—Amo —le dijo la niña abrazándolo.

Larkeis sonrió suavemente y la abrazó también, cerrando los ojos. Eso era algo que había aprendido en los tres años que llevaba en la tierra.

El amor era un sentimiento que no se daba sólo entre dos adultos como pareja, sino también entre amigos, o el que sentía por un hijo.

El amor más puro y real que había conocido, el de su hija.

¿Había completado su misión entonces? Sí, pero tenía un hermoso motivo ahora para quedarse en la Tierra el resto de su vida, por más corta que fuese ahora.

Su pequeña y hermosa Bianca.

.

.

.

FIN

.

.

.

Gracias una vez más por acompañarme hasta aquí ❤️✨ aún no sé si el próximo libro será de Garrelk o de otro personaje, pero pronto habrán noticias ❤️

KerlakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora