Ven a mi (Supercorp)

Despegue.

POV LENA

- ¿No tienes nada que contarme? - preguntó Sam desde la puerta de mi habitación.

- Mmm, no.

- Lena...

- No tengo nada que contarte, Sam - gruñí dejando de meter la ropa en la maleta.

- Tampoco es para que te pongas así, ¿estás bien? - se acercó a mi.

- Todo esto del viaje con Estela me tiene irritada, lo siento.

- Ven aquí - dijo Sam acercándose y estrechándome entre sus brazos.

Al principio me resigné, segundos después le correspondí el abrazo.

Sam se había convertido en mi mejor amiga, en casi una hermana, y aunque me costaba asumirlo, me sentía vulnerable ante ella, le confiaba asuntos de la empresa y problemas personales a alguien que en cualquier momento podría usarlo en mi contra.

En este momento solo me centré en sus brazos rodeándome con fuerza y en las lagrimas que amenazaban con salir.

- Kara me ha contado lo que pasó con Estela en tu casa - susurró sin dejar de abrazarme.

Esa frase fue la gota que colmó el vaso.

Las primeras lágrimas salieron y me hundí en el cuello de Sam. Su agarre se hizo más fuerte al igual que el mío.

Quería gritar y llorar hasta quedarme seca, hasta sacar toda la rabia que había provocado Estela en tan poco tiempo, justo cuando Kara y yo decidimos empezar a funcionar después de tanto.

Aún necesitándolo, no me permití soltar mas que unas miseras lágrimas, no iba a exponerme de tal forma ante Sam, al fin y al cabo era una Luthor.

•••

- ¿Seguro que no quieres que me quede?

- Tranquila Sam, además, Kara debe de estar al llegar, te recuerdo que está viviendo aquí durante un tiempo.

- Es cierto... pues que disfrutéis vuestra ultima noche de tranquilidad, tortolitas - se burló dirigiéndose a la salida.

- Me he asegurado de que nuestra habitación quede alejada de Estela, disfrutaremos en Roma también - le guiñé siguiéndole el juego, ella rió.

- Por cierto, podría dejar inválida a esa zorra, así no podrá ir al viaje - propuso con ilusión antes de salir.

- Aunque estoy de acuerdo, hasta con dos piernas rotas vendría al viaje - se escuchó la voz de Kara al otro lado de la puerta.

La morena y yo nos miramos con sorpresa.

Sam abrió la puerta para dejar en mi campo visual a una rubia algo despeinada con una maleta en mano y con un abrigo largo.

- Estoy de acuerdo con Danvers, ahora si, me voy, disfrutad del viaje chicas - Sam se despidió con dos besos en las mejillas a cada una.

El sonido de la puerta cerrándose fue el inicio de un corto silencio, ya que Kara me estaba observando detenidamente mientras soltaba la maleta en el suelo.

- ¿Has estado llorando? - se acercó y posó sus manos en mis mejillas.

- ¿Por qué iba a...

- Lena, vamos, llevo años conociéndote, ¿qué ha pasado?

Pensé en mentirle, pero sería en vano, ella misma lo había dicho, me conocía demasiado bien.

- El viaje, Estela, nuestra semicita, todo esto me sobrepasa, Kara - murmuré con miedo de volver a llorar.