Era por la mañana, tenía hora libre, cosa poco común este curso.
Estaba con Ron y Harry mirando a todos los alumnos corriendo para llegar a clase.
Los chicos reían, yo la verdad no estaba prestando mucha atención. Desde que Draco me besó ayer tengo la mente en otro lugar.
- La historia de la magia es arriba, señoritas, no abajo.- Decía McGonagall.- Potter.
- Nos han pillado.- Dice Harry dándome un golpe en el brazo.
- No puede ser bueno.- Dije mientras bajaba.
- ¿Nos estamos divirtiendo?
- Tenemos hora libre, profesora.
- Ya me di cuenta. Os convendría aprovecharlo en pociones.- Renegué.- No reniegue señorita Potter. ¿Ya no aspira a ser Auror señor Potter?
- Si, pero necesitaba sacar un Extraordinario en los T.I.M.Os.
- Si, cuando el profesor Snape enseñaba pociones. Pero el profesor Slughorn está aceptando a estudiantes de ÉXTASIS.
- Fantástico. Uhm. Iremos directos. ¿Verdad Gi?
- Claro.- Asentí.
- Muy bien. Llevaos a Weasley también, lo veo muy contento ahí arriba.
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Íbamos de camino a clase de pociones.
- No quiero estudiar pociones.- Se queja Ron.- Vienen las pruebas de Quidditch. Necesito practicar.
- Es verdad, ¿En qué posición querrás probar?.- Pregunté.
- Guardián.
- Wow, no te imaginaba de guardián.
- ¿Y de que me imaginabas?
- No sé, ¿Cazador?
- ¿De verdad Gia? ¿Cazador?.- Dijo riendo.- Parece que no me conozcas. Si me
posiciono para cazador no daré ni una, tengo manos de mantequilla.- Reí.---
Llegamos al aula.
- La atención a los detalles es el prerrequisito de toda planeación.- Decía Sughorn cuando entramos. Éste se giró.- Ah, ya me estaba preocupando señores Potter, veo que traen a alguien.
- Ron Weasley, señor. Pero soy pésimo para las pociones señor, una amenaza. Así que voy a....- Harry y yo nos pusimos detrás de Ron para que no escapara.
- Tonterías, aprenderás. Cualquier amigo de los Potter, es amigo mío. Sus libros.
- Disculpe señor, todavía no tengo libro, ni ellos tampoco.- Dijo Harry señalándonos.
- Pues coged lo que necesitéis del armario.
Los tres nos dirigimos a dicho armario, había tres libros, dos nuevos y uno más antiguo.
Yo cogí uno, mientras que Ron y Harry pelearon por el único libro nuevo que quedaba.
- ¿De verdad?.- Les dije bajito.
- Para ti es fácil decirlo, has cogido el libro la primera.- Me reprocha Ron.
- Tu también has podido así que no me vengas con esas.
- Ya, basta.- Nos separó Harry.
- Como os decía, preparé estas mezclas esta mañana, ¿Alguien puede decirme que son?
Mientras Slughorn hablaba ví a Draco en la clase, inmediatamente me puse nerviosa, no le esperaba ahí.
Hermione levantó la mano.
- ¿Sí señorita...?
- Granger, señor. Éste es Veritaserum, un suero que hace decir la verdad. La otra es poción multijugos, es muy difícil hacerla. Y la otra és-
- Amortentia.- Dije bajo, pero Slughorn me escuchó.
- Correcto señorita Granger y cierto señorita Potter. ¿Puede decirme que es la Amortentia?.- Se giró hacia mí.
- Es la poción de amor más poderosa del mundo. Huele distinto para cada persona, según lo que les atraiga.
- Excelente, ¿Podría decirnos qué huele usted?
Tragué grueso, me puse nerviosa de golpe.- Ahm, c-claro.
Me acerqué al caldero.
- Huele a perfume caro, menta y a.- Me quedé callada al saber de quién se trataba.- Manzanas verdes.
Miré a Draco, él ya me miraba.
- Excelente señorita Potter, puede incorporarse con sus compañeros.
Me dirigí con la gente de mi casa con el corazón en la garganta.
- ¿Te gusto Potter?.- Dijo en mi oreja, pude notar su aliento.
Me tensé.- Más quisieras Malfoy.
- ¿Si? La otra noche no lo parecía.- Le miré, él sonreía con suficiencia.
- La Amortentia no crea amor real. Eso es imposible. Pero si causa un enamoramiento temporal u obsesión. Y por eso es la posición más peligrosa de esta aula.
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Slughorn nos dijo que teníamos que elaborar una poción bastante complicada de hacer, y quien la hiciera a la perfección se llevaría un frasco de félix felicis de premio.
- Sabes lo que es esa cosa.- Me susurra Draco.
- Suerte líquida.
Empezamos a hacer la poción, en la mesa estábamos Draco, Blaise y yo.
Iba poco a poco, miré a Draco, estaba cortando algo, no pude evitar mirar sus manos. Me quedé embobada, hipnotizada.
Draco se dió cuenta y me sonrió. Me puse nerviosa y los colores me subieron.
Al final Harry consiguió la suerte líquida.
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Oh pequeña [Draco Malfoy] 4
FanfictionEres mia Que? Eres mía, no volveré a dejarte escapar Gia