SAFARI [Aonunete]

1 - Mascaras de Vanidad

And I'm feeling Good...

I'm feeling good...

En las profundidades de su ser, Neteyam albergaba una ambición ardiente y una determinación inquebrantable. 

Había nacido en una familia de renombre, con raíces arraigadas en el mundo empresarial y financiero. Desde joven, se le inculcó la idea de que estaba destinado a liderar el imperio familiar, a llevarlo a nuevas alturas de grandeza. Creció bajo la sombra de esa expectativa, sabiendo que no solo representaba a sí mismo, sino a generaciones de tradición y éxito.

"Dicen que soy el candidato predestinado para triunfar en el ámbito de los magnates, destinado a este propósito desde mi nacimiento. Los rumores corren afirmando que soy un soltero que despierta codicia, un individuo sumamente anhelado. ¿Quién no encontraría deleite en compartir mi compañía?"

Así solía reflexionar Neteyam, un joven de exquisita presencia que emanaba una imagen de total plenitud. Dotado de fortuna, belleza, notoriedad y un magnetismo que envolvía hipnóticamente a quienes se cruzaban en su sendero, se sentía invencible. Cada vez que subía al escenario, la gente no podía evitar admirar su presencia, mientras su voz seductora inundaba el entorno con emociones arrebatadoras.

Pero detrás de esa fachada de éxito y autoconfianza, existía una carga pesada que él mismo llevaba. Ser el centro de atención y el objeto del deseo de tantas personas podría resultar agotador. Aunque disfrutaba de la compañía de hermosas mujeres, no tardó en percatarse de que muchas de ellas buscaban únicamente su riqueza y estatus, desvelando una superficialidad que lo desilusionaba.

En el fondo, Neteyam anhelaba algo más profundo y auténtico en sus relaciones, pero temía abrirse por miedo a ser lastimado o utilizado. Esto lo llevaba a mantener una distancia emocional, ganándose la reputación de ser frío y narcisista.

La noche caía sobre el gran casino, y Neteyam, la estrella del espectáculo, se dirigía a su camerino para prepararse para su próxima cita. Su padre no dejaba de insistir en que encontrara una pareja adecuada, pero él se sentía desencantado y frustrado. Cree que todas las mujeres son iguales, solo interesadas en su riqueza y fama, además sentía que cada encuentro era una pérdida de tiempo.

A pesar de su desgano, sabía que tenía que seguir adelante con estas citas o se enfrentaría a un compromiso arreglado de por vida. En medio de sus pensamientos, su hermano Lo'ak se acercó, burlándose amistosamente de su situación.

—Hermano realmente te luciste, ahora ¿con quién compartirás tu noche? —dijo Lo'ak con una sonrisa pícara.

—Oh, vamos, Lo'ak, no empieces —respondió Neteyam, sabiendo que su hermano disfrutaba provocándolo sobre su vida amorosa.

Lo'ak continuó hablando sobre las aventuras pasadas de Neteyam, hasta que mencionó a J'eluwey. Neteyam soltó un pequeño espasmo de risa, pero pronto se dio cuenta de que Lo'ak tenía algo importante que decirle.

—¿Ya te enteraste lo que hizo J'eluwey? —preguntó Lo'ak con cierto tono de complicidad.

—¿Quién? ¿Oh, hablas de mi novia? —respondió Neteyam con una sonrisa irónica—. La encontré teniendo intimidad con su guardaespaldas.

Las palabras de Neteyam dejaron a Lo'ak con una mirada sorprendida. Al parecer, todos sabían sobre la infidelidad de J'eluwey, excepto él.

—Hermano, realmente lo siento, pero ya era hora de que te dieras cuenta. Todos lo sabían menos tú —dijo Lo'ak, tratando de mostrar empatía hacia su hermano.

Neteyam quería reírse en ese momento, pero se contuvo, dejando escapar solo un pequeño espasmo de risa.

—Lo'ak, hermanito, ¿acaso no sabes por qué le hice su guardaespaldas a ese sujeto? —confesó Neteyam, bajando un poco el tono de su voz—. Tenía que tener una excusa para deshacerme de ella. Además, no era la indicada, solo fue diversión. Yo necesito más.