4 - Turbulencia en el Paraíso

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—Mi señor, su hijo quiere verlo... —mencionó el guardia.

Miles Socorro había tenido grandes aspiraciones desde que era niño, soñaba con seguir los pasos de su padre, a quien admiraba profundamente. Sin embargo, su padre siempre mantuvo en secreto su verdadera ocupación detrás de una fachada de empresario acomodado. La familia aparentaba ser perfecta: Miles, su padre y su madre.

Un día, la madre de Miles fue testigo del asesinato de un inocente a manos de su esposo, Quaritch. En ese momento, ella descubrió la verdadera identidad de su esposo, quien le había ocultado la verdad durante mucho tiempo. Aterrorizada por la situación, decidió llevarse a Miles, su hijo, lejos de ese ambiente oscuro. No quería que creciera en un lugar así.

Sin embargo, Quaritch los detuvo y los obligó a mantener la fachada de una familia feliz, como si nada hubiera sucedido. Su esposa, aterrada, se vio obligada a quedarse, sin decir una palabra. Aunque ambos habían estado profundamente enamorados en el pasado, ese amor se había desvanecido. A Quaritch solo le importaba su hijo, deseaba que asumiera su legado como líder. Quizás esa era la única razón por la que permitió que su esposa y su hijo se quedaran, ya que ellos no habrían tenido la vida lujosa que llevaban sin todo el trabajo sucio que Quaritch había hecho.

Prácticamente, amenazó a su esposa para que permaneciera en silencio, y a pesar de que su amor se había desvanecido, Miles era su todo, su heredero, su próximo líder. Quaritch ansiaba verlo crecer y enseñarle todo lo que sabía.

Con el tiempo, la madre de Miles comenzó a enfermarse, tal vez como resultado de la depresión y el estrés que había sufrido desde aquel fatídico día. No pasó mucho tiempo antes de que falleciera, dejando a Miles solo con su padre.

Sin mostrar ningún sentimiento, Quaritch comenzó a entrenar al niño. Sin embargo, Miles era diferente. Su amabilidad y generosidad, heredadas de su madre, eran más fuertes que cualquier deseo de seguir los pasos de su padre. Con el tiempo, Miles se dio cuenta de quién era realmente su padre: un ser sin piedad que mataba a las personas sin remordimiento por el más mínimo motivo. Era un hombre cruel.

Al crecer, Miles se rebeló contra su destino. Tuvo una fuerte discusión con su padre, Quaritch.

—¿Matar a mi madre era lo que necesitabas, papá? ¿Realmente crees que eso te hace un hombre fuerte? —Miles estaba decidido a enfrentar a su padre.

—A veces, los fuertes hacen lo que se necesita para mantener el control, sin importar las consecuencias. Eso es lo que te falta, hijo. Eres débil, como ella lo fue.

—No, papá. Ser fuerte significa hacer lo correcto, proteger a quienes amas y no causarles daño. No quiero seguir tus pasos. No quiero ser un monstruo como tú.

—Tú no decides eso, yo lo decido. Y si no estás dispuesto a hacer lo que se necesita, entonces no eres digno de llevar mi legado.

—Prefiero vivir una vida honrada y justa que seguir tus pasos y convertirme en un asesino sin corazón.

—Eres un cobarde, Miles. Tu madre no era más que una carga para mí. —Quaritch arremetió con crueldad.

Miles, furioso y herido por las palabras de su padre, no pudo contenerse: —Eres un monstruo, ¿cómo puedes hablar así de mamá? No merecía lo que le hiciste, ni tú mereces ser mi padre.

Quaritch se abalanzó hacia Miles, sus ojos destellaban de ira. —¡No sabes nada! Eres un inútil, un debilucho. Tu madre te volvió blando. ¡No tienes lo que se necesita para sobrevivir en este mundo!

—Ojalá hubieras muerto con tu madre —dijo Quaritch con frialdad, su voz cortante llenando la habitación como un cuchillo afilado.

Miles, impactado por la crueldad de las palabras de su padre, sintió un nudo en el estómago y un ardor en los ojos. La ira y el dolor se mezclaron en su interior, creando una tormenta de emociones.

SAFARI [Aonunete]Where stories live. Discover now